Chiapa de Corzo y su Fiesta Grande del Parachico
16 Ene. 2025 8:34 am
TUXTLA GUTIÉRREZ | El pueblo mágico de Chiapa de Corzo, nos invita cada mes de enero a festejar su tradicional “Fiesta Grande”. Celebración llena de danza, música, gastronomía, ceremonias religiosas y diferentes eventos que sin duda son muestra de la gran alegría y diversidad de un pueblo lleno de energía y vida.
La diversión y las ceremonias que forman parte de esta festividad son en honor al Señor de Esquipulas (15 enero), San Antonio de Abad (17 de enero) y especialmente honrado el señor de San Sebastián (20 enero). Chiapa de Corzo fue la primera ciudad fundada en Chiapas por los españoles en 1528. Años antes a los indios se les asignó como patrono a San Sebastián y a los españoles a Santo Domingo de Guzmán. En 1554 se inicia la construcción de la iglesia dedicada a Santo Domingo y se termina en 1568.
La también llamada “Fiesta Grande del Parachico”, se celebra del 8 al 23 de enero. Celebración que ha sido declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
Desbordantes de algarabía y baile, los Chuntaes dan inicio a esta gran fiesta. Recorren todas las calles del pueblo, invadiendolo de su gran arrechura. Los Chuntaes son hombres que se visten de faldas largas y blusas tradicionales, se peinan y se maquillan de mujer. Representan a las sirvientas de doña María de Angulo, quien fuera benefactora de la localidad y que llegó a la entidad a mediados del siglo XVIII.
Los viejos cronistas del municipio relatan que Doña María de Angulo era de origen español. Mujer adinerada, católica y muy hermosa. Llegó a Chiapas desde la antigua ciudad de Guatemala, en busca de un famoso curandero que sanara a su hijo, ya que padecía una rara enfermedad, algunos cuentos señalan que padecía parálisis. Cuando esta bella mujer pasaba por las calles, sus sirvientes gritaban ¡abran paso, que mi ama doña María de Angulo va a pasar”.
El hijo de la bella mujer fue sanado por el curandero, quien lo llevó durante 9 días a las aguas curativas del Cumbujuyú, en lengua chiapaneca significa “Baño de jabalí”, es un ojo de agua muy pequeño de 12 metros cuadrados en donde brotan aguas termales.
Por los años de 1967 y 1968, una plaga de langostas entró por la cuenca del Río Grande, suceso que provocó que las siembras de frijol, trigo, maíz y diferentes legumbres fueran destruidas. Poco después una epidemia causó la muerte de cientos de personas.
María de Angulo se enteró de estos acontecimientos y en agradecimiento por haber curado a su hijo regresó a Chiapa de Corzo con mulas que cargaban grandes despensas de verduras, maíz y frijol. Lo víveres se repartieron casa por casa por medio de sus sirvientes que con viva voz gritaban ¡abran paso, abran paso que mi ama doña María de Angulo va a pasar!, a la par que ella repartía dinero diciendo “para el chico, para el chico”.
En la gran Fiesta de Enero desfilan carros alegóricos, Parachicos y los arrechos Chuntaes. A la joven que se elige como reina del pueblo se le llama María de Angulo, quien en reconocimiento a la gran mujer arroja monedas pintadas de color oro desde un carro alegórico pintoresco.
Los danzantes tradicionales y unos de los espectáculos más divertidos son los “Parachicos”. Personajes que usan una máscara de madera, jorongo o sarape de colores y una sonaja que popularmente llevan el nombre de Chinchines. Salen a las calles a bailar llevando consigo imágenes santas, al son de los tambores, visitan casas, iglesias, ofrecen a los santos ofrendas con el baile y la felicidad que los acompaña. La cantidad de Parachicos que danzan es inmensa. La mitad de la población de Chiapacorceños se transforman en estas entidades, es por eso que necesitan un guía al cual se le conoce como patrón de los “Parachicos”, nombramiento que ha pasado de generación en generación.
Tal es la importancia del personaje del Parachico que en 2009, fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Además, dentro de todas las actividades realizadas a lo largo de la festividad, se lleva a cabo la “Carrera del Parachico”, competencia que incluye categorías femenil y varonil desde los 10 hasta los 60 años de edad, además del Deporte adaptado a personas en silla de ruedas. Los premios a los primeros lugares son en efectivo y con artesanías, símbolos culturales importantes de la región. Personas de todas las nacionalidades pueden participar en esta importante competición.
El elegante traje de Chiapaneca desfila también por las calles de esta festividad. Con colores llamativos, de mezcla española e indígena, adoptado en 1941 según datos del libro “Narima Nilú, Origen y Evolución del traje de Chiapaneca”, como traje representativo de Chiapas. El amor de la Chiapaneca y el Parachico se convierte en una combinación realmente de ensueño.
Otro suceso de gran importancia de la gran Fiesta Chiapacorceña, es el Combate Naval, que se lleva a cabo el 21 de enero a las orillas del Río Grande de Chiapa, el “Grijalva”, espectáculo nocturno de fuegos pirotécnicos y luces que rememora las batallas de conquista de los años 1524 y 1528 y de pacificación de los años 1532 y 1534, sostenidas por los españoles y los indios Chiapa. La pirotecnia es la representación del espíritu indomable de los Chiapa. Un grupo completamente guerrero y que tampoco fue dominado por otra cultura mesoamericana, ni por los mexicas.
Fuegos artificiales nocturnos a bordo de una lancha, rodeados de cientos de personas, hacen del Combate Naval un evento espectacular que nadie debe perderse.
Además de las actividades deportivas y culturales que esta gran celebración ofrece, hay que mencionar la variedad de platillos y bebidas típicas de la región que se pueden degustar. El tradicional pozol, bebida ancestral hecha a base de cacao y maíz. La pepita con tasajo hecha con dos ingredientes principales, tasajo de res y semilla de calabaza molida. El delicioso Cochito Horneado. Menú gastronómico que no se debe dejar de probar si se visita tierras Chiapacorceñas.
En la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, los Parachicos danzan por última vez, prometen al pueblo que regresarán el siguiente año. La celebración se da por terminada con la guerra de confeti que se lleva a cabo en el Parque Central, lugar en donde se encuentra la Pila o Corona que simboliza precisamente la Corona Real del Rey Carlos I de España, también conocido como Carlos V de Alemania, quien fuera emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Fuente construida en 1562 con estilo Mudéjar, con una estructura de ladrillo en forma de diamante, por el fraile dominicano de origen portugués Rodrigo de León. En Chiapas es el único edificio que guarda estas peculiaridades, por lo cual es uno de los monumentos artísticos más importantes no solo de México sino de América. El arte Mudéjar, es un estilo artístico propio de la historia de España, constituyó un punto de encuentro entre la Cristiandad y el Islam, precisamente el término alude a los musulmanes que siguieron profesando su religión y costumbre en territorio español.
En la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, una región completa abre su corazón a miles de visitantes. En el festejo no existen nacionalidades ya que quien está en el magno evento, se envuelve en la maravillosa historia y el extraordinario presente de un pueblo realmente mágico.