Cártel de Palenque: la red de huachicol fiscal que se consolidó en el sexenio de AMLO con ayuda de instituciones del Estado

23 Sep. 2025 3:35 pm
El ‘Cártel de Palenque’ estaría detrás del esquema del ‘huachicol fiscal’, vinculado con instituciones federales y actores políticos desde el gobierno de AMLO
En su columna más reciente, el periodista Fernando García Ramírez abordó la presunta existencia de un grupo denominado Cártel del Palenque, al que atribuye una coordinación entre diversas instituciones del Estado, el crimen organizado y actores políticos, y que supuestamente tendría como objetivo la concentración de poder.
García Ramírez describe en su columna ‘El Cártel de Palenque’ a la organizacióncriminal como un actor distinto a organizaciones como el Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, el Golfo, Juárez y La Familia Michoacana. Según su columna, la particularidad de esta agrupación radicaría en su integración con instancias federales, incluyendo la Marina, Secretaría de Energía, Pemex, Aduanas, Hacienda, Guardia Nacional, Ejército, así como con al menos dos gobernaturas (Tamaulipas y Tabasco) y el partido oficial.
Es contundente García Ramírez al señalar que la única persona con suficiente poder para permitir que una red criminal tuviera tanta capacidad para cometer fraudes y vincularse con altos mandos de instituciones federales y estatales sin que sus actividades delictivas salieran a la luz fue Andrés Manuel López Obrador.
“Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador,el Estado se transformó en una poderosa y multitentacular empresa criminal.”
“Solamente alguien con un enorme poder podría ordenar la coordinación de las Fuerzas Armadas, de Hacienda, las Aduanas y el partido oficial. Ningún secretario de Estado tiene esa capacidad. Ese poder solamente lo tiene el máximo representante del Estado, el Ejecutivo federal, el señor presidente, como no lo tiene ninguno de sus subalternos.”
El periodista señaló que, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, el Estado habría sido transformado en un actor central en un esquema que él califica como un “huachicol fiscal”.
Según García Ramírez, el supuesto operativo involucraría la compra de gasolina en Estados Unidos con permisos de importación de la Secretaría de Energía, su transporte a México con la colaboración del Ejército y la Marina, la entrada supervisada por Aduanas y la distribución bajo la coordinación de la Guardia Nacional.
Además, se menciona que la venta del combustible se realizaría tanto a particulares como a instancias gubernamentales, con conocimiento de Pemex y Hacienda, generando un flujo de recursos que sería parcialmente destinado a financiamiento político.
“La gasolina se compraba en Estados Unidos con permisos de importación de la Secretaría de Energía, se transportaba a México por tierra (con ayuda del Ejército) y por mar (con la venia de la Marina). Las aduanas permitían la entrada del combustible ilegal. Se almacenaba y se distribuía bajo la supervisión de la Guardia Nacional. Se vendía a particulares (con conocimiento de Pemex) y al gobierno para las grandes obras de infraestructura (AIFA, Dos Bocas, Tren Maya, Tren Transístmico; con el conocimiento de Hacienda). A su paso dejaba un reguero de sobornos. Parte de los recursos se lavaban en bancos y otra parte sirvió para que Morena financiara sus campañas. Se trata del mayor fraude a la nación del que se tenga noticia.”
El texto de García Ramírez también incluye la cita del exdirector del Cisen, Guillermo Valdés, quien describió la supuesta complejidad del esquema, destacando cinco capacidades necesarias para sostenerlo: visión empresarial, recursos financieros, contactos y relaciones, relaciones políticas de alto nivel, y capacidad gerencial junto con un equipo eficiente.
La columna indica que hasta el momento solo se habría atendido una fracción del entramado, específicamente lo relacionado con la Marina y Aduanas, mientras que otros actores políticos y la sociedad permanecerían “ajenos” a la magnitud del presunto fraude.
Asimismo, se mencionan posibles implicaciones de figuras políticas actuales y anteriores, incluyendo referencias a López Obrador, su familia y la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en cuanto a la supervisión y posible gestión del fenómeno, según el análisis presentado por el periodista.
“En el expediente del caso aparece mencionado varias veces el hijo del expresidente, a pesar de las mentiras de la presidenta para encubrirlo. El hijo podía mover voluntades debido al inmenso poder del padre, que tenía el control de las Fuerzas Armadas y ahora tiene bajo su dominio al Poder Judicial. López Obrador tenía el poder; falta por saber quién fue la cabeza que planeó, organizó y coordinó esta inmensa red política y criminal.”
“¿Podrá -querrá? Claudia Sheinbaum enfrentarse a quien la puso en el cargo? Por sus dichos en su conferencia matutina no lo parece. ¿Vamos hacia una colisión o a un arreglo? Me temo que a lo segundo. Me temo que crecerá la impunidad. Me temo que el renovado Poder Judicial terminará por supeditarse a los intereses del partido, al que le deben el puesto.”
García Ramírez concluye su columna con una analogía inspirada en Joseph Conrad sobre el hundimiento del Titanic, sugiriendo que los actores políticos podrían estar intentando evadir un choque con la estructura de corrupción, con consecuencias que podrían afectar la gobernabilidad y la percepción pública sobre la impunidad y el control del poder político y judicial.