“Mi vida se ha construido con trabajo y quien acuse tendrá que probarlo”: Guillermo Narváez Noverola
23 Sep. 2025 10:03 am
En sus redes sociales, el Notario Público Número 28, ataja las críticas que se han publicado en algunos medios de comunicación con respecto a su persona.
A continuación el texto íntegro de su posicionamiento:
Nunca he sido partidario de responder a críticas cuyo trasfondo conozco. No soy, ni he sido, funcionario público; soy abogado y notario con más de 16 años de ejercicio profesional. Sin embargo, por primera y única ocasión considero necesario aclarar señalamientos falsos que se han difundido y que dañan no solo mi trabajo, sino también el de mi familia.
Las cosas que tengo son producto de una vida de trabajo y de esfuerzo que muchos sí conocen y pueden dar fe de ello. En ninguna de las notas se habla de mi trayectoria profesional, de las maestrías ni doctorados que tengo. No se menciona que tenemos una de las notarías más prestigiadas y reconocidas, con más de treinta años de labor, y que empleamos a más de treinta familias. No se dice que brindamos asesoría gratuita a todo aquel que llega. No se comenta que doy clases en la Facultad de Derecho desde hace más de tres años de manera GRATUITA, con el único objetivo de ayudar a los jóvenes en agradecimiento a lo que la universidad le dio a mis padres.
No es noticia hablar del programa de becas que dirige mi mamá, ni que durante los años de mi papá al frente de la universidad no ha habido un solo rescate financiero, logrando ahorros a la institución por más de 2,400 millones de pesos, que cada año todo el personal cobra en tiempo y forma; ni de los museos que son uno de los principales atractivos turísticos del estado. Dichos ahorros para lograr lo anterior tuvieron que venir de rubros donde antes se gastaba mucho del recurso de la universidad, como era la difusión mediática. Es pública la lista de lo que se pagaba a algunos de manera mensual para que hablaran bien o mal según fuera el caso. Pero esto no se envía por WhatsApp ni se comenta en grupos ni en desayunos. Lamentablemente, lo positivo hace mucho que dejó de ser noticioso para algunos.
Señalan que tengo carros de lujo, que tengo relojes de millones y que vivo en grandes mansiones. Las cosas que tengo son producto de una vida de trabajo y de esfuerzo que me respalda, a pesar de que algunos quieran demeritarlo o les incomode. Me gusta darle a mi familia la mejor vida que mi trabajo honesto y honrado me permita darles. No sé en qué momento el esforzarse para tener una mejor vida y disfrutarla con la gente que amas se volvió motivo de vergüenza o de remordimiento.
El lugar en donde vivo o los carros que manejo los estoy pagando y tampoco me avergüenzo de ello. Respecto a los relojes millonarios que aseguran que tengo, me parece un gasto innecesario y prefiero invertir en otras cosas, sobre todo porque hoy existen modelos a escala muy similares que valen una cantidad minúscula de lo que cuestan los que se ven en las revistas. Yo invito a quien asegura que tengo una colección de relojes de lujo a que me lo compruebe o que se disculpe públicamente. Es muy fácil comprobarlo puesto que todas las marcas de lujo llevan un registro nacional e internacional de las ventas que realizan. Que me demuestre con pruebas como aseguran, que yo soy dueño de relojes originales de esos costos o que, en su defecto, emita la disculpa pública!.
Si tan siquiera se hubieran tomado la molestia de constatar la veracidad de lo que señalan, hasta les habría pasado dónde los compro.
No espero una disculpa, porque sé que no la voy a recibir y no la deseo; solo me gustaría, como reflexión, que entre todos hagamos un poco más de conciencia de que cuando replicamos notas o emitimos juicios solo nos dejamos guiar por el odio de algunos sin saber qué motiva ese resentimiento.
Cada semestre recibo fichas de gente que quiere entrar a la universidad, y que solo generan insultos cuando les digo que, desde que Guillermo Narváez es rector, no hay una sola persona que haya ingresado a la universidad que no haya sido por sus méritos y examen. Siempre que mi padre tiene un cargo sé que, aparejado a eso, vendrán las quejas, reclamos y resentimiento de aquellos que piensan que por una amistad podrán tener algún beneficio.
No voy a permitir que se denoste el trabajo honesto y transparente que hemos construido en nuestra oficina por más de tres décadas, a pesar de las notas tergiversadas que algunos quieran difundir con dolo. Quien acusa tiene la obligación de probarlo. Yo sí puedo demostrar con hechos mi trayectoria y la honorabilidad de mi trabajo, pero no pretendo caer en la dinámica de responder a cada mentira y menos por este medio.
La próxima respuesta la haré por los medios legales, y allí tendrán quienes aseguran y difunden la obligación de sustentar lo que señalan, de dar las pruebas que tengan o, en su defecto, reparar el daño ocasionado.
Siempre me he conducido con respeto al derecho, con valores inculcados por mis padres y abuelos, y con un estilo cercano que a veces puede prestarse a malinterpretaciones, pero que responde a mi convicción de servir. Mi vida se ha construido con trabajo, y quien acuse tendrá que probarlo.
Doy por cerrado este tema. No tengo ni tendré intereses políticos. Mi vida está dedicada a mi familia y a mi profesión. No guardo rencor hacia nadie; al contrario, deseo que quienes hoy señalan encuentren paz y felicidad. Creo firmemente que, si todos sumamos desde nuestro lado, podremos construir un mejor presente y futuro para nuestras familias.
¡Gracias!
