Javier May, un gobernador que miente como respira
AUDELINO MACARIO
VILLAHERMOSA | El domingo 9 de noviembre, los tabasqueños volvieron a estremecerse con otra jornada de violencia, confirmando una vez más que una cosa es la propaganda oficial y otra muy distinta la realidad.
Ese día, a pesar de la vigilancia extrema desplegada por la presentación del Primer Informe del gobernador Javier May, las redes sociales difundieron que tres mujeres fueron ejecutadas en #Macuspana, un hombre en Comalcalco y dos más en Huimanguillo.
Fue un día cualquiera, uno más dentro de la larga cadena de jornadas sangrientas que se repiten desde diciembre de 2023, cuando la violencia comenzó a normalizarse en #Tabasco en una tendencia que se mantiene casi inamovible.
Pero ante sus tres gobernadores invitados —de CDMX, Chiapas y Oaxaca— (otros tres enviaron representantes y 25 simplemente prefirieron no asistir), el exdirector del Tren Maya presumió una serie de “logros” en materia de seguridad, que no resisten el más mínimo análisis.
El gobernador asegura que en #Tabasco “estamos logrando la paz” porque los homicidios dolosos han bajado 53%. Pero los datos oficiales lo desmienten.
De acuerdo a los reportes mensuales de la FGE Tabasco. entre enero y octubre de 2024 se reportaron 707 homicidios dolosos. En el mismo período de este año, van 659.
Es decir: con más de 10 mil elementos federales —entre militares y Guardia Nacional— recorriendo el estado, y 1,600 detenciones de presuntos delincuentes, apenas hay 48 asesinatos menos que el año pasado.
¿Eso es lo que celebra el gobernador? ¿Una reducción de apenas 6.7%, que no cambia nada en la vida cotidiana de los tabasqueños?
En realidad, lo que celebra es su poder absoluto y el dinero público del que dispone para su maquinaria de propaganda; un poder sin contrapesos, desbocado y autoritario, que le permite mentir con total impunidad mientras el estado se hunde en la violencia.
