El Reporte

La policía no tienen quien los proteja; 2,600 elementos fueron ejecutados en lo que va del sexenio

14 Jul. 2024 2:01 pm

CDMX | Los ataques y venganzas por parte del crimen organizado contra contra las fuerzas de seguridad en México ha ido en aumento en los últimos años ya que entre 2018 y 2023, más de 2,600 policías han sido asesinados en México; Guanajuato registró la mayor cantidad de agentes asesinados y Zacatecas registró la tasa de homicidios de policías más alta de acuerdo con un reporte elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), respecto al número de crímenes dolosos de uniformados desde el 2018 a la fecha.

Y en lo que va de 2024, al menos 121 policías fueron asesinatos de policías, el informe dice que estos atentados no ha afectado a todas las regiones del país por igual, por ello más de una cuarta parte de todos los asesinatos en el país han ocurrido en Guanajuato destacando el municipio Celaya donde los analistas han atribuido este tipo de violencia a las luchas continuas entre los cárteles —y contra las autoridades— en pos del control territorial y de la impunidad para realizar sus actividades ilícitas.
A pesar de esta sombría realidad, a nivel nacional los asesinatos policiales en 2024 reflejan una relativa disminución en comparación con años recientes como lo detalla en la undécima edición del Índice de Paz México, comprendida en el período 2018 y 2023 donde se produjeron niveles particularmente altos de violencia contra la policía. En total, más de 2,600 agentes han sido asesinados en esos seis años, con al menos 412 muertos en 2023.

Desde 2018, Guanajuato ha experimentado por mucho la mayor cantidad de homicidios policiales de cualquier estado, con más de 400 policías asesinados. Le siguen Guerrero, el Estado de México, Zacatecas y Chihuahua, cada uno con más de 160 agentes asesinados. En cambio, Campeche, Yucatán y Aguascalientes, en conjunto, registraron apenas diez homicidios policiales entre 2018 y 2023.

Sin embargo, la verdadera letalidad del trabajo como oficial de policía quizás se comprenda mejor en términos de las tasas de homicidio policial. Frente a una fuerza policial nacional de más de 450,000 agentes, los más de 2,600 asesinatos policiales registrados desde 2018 equivalen a una tasa anual estimada de homicidios policiales de 97 muertes por cada 100,000 agentes. Esto sugiere que ser oficial de policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser miembro de la población general.

Además, en determinados estados los peligros asociados al trabajo policial son considerablemente mayores. Si bien Guanajuato ocupa el primer lugar en cuanto al número total de agentes asesinados, ocupa el tercer lugar en términos de tasa de asesinatos policiales. Como proporción de la población general del estado y también en comparación con el tamaño de su fuerza policial total —comprendiendo sus fuerzas policiales municipales y estatales, más los miembros de la Guardia Nacional desplegados en su territorio— Zacatecas fue el estado más peligroso para desempeñarse como oficial de policía entre 2018 y 2023.

En esos seis años, Zacatecas tuvo una tasa promedio anual de homicidios policiales de 553, lo que significa que los agentes del estado han tenido alrededor de un 0.55% de posibilidades de ser víctimas de homicidio cada año desde 2018. Esto es cerca de nueve veces mayor que la tasa de homicidios para la población general en Zacatecas.

En los últimos años, Zacatecas ha sido un campo de batalla clave en el sangriento conflicto multiestatal entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel de Sinaloa y sus respectivos aliados. Las carreteras del estado son de particular importancia para el transporte de drogas hacia los Estados Unidos. En todo México, estos grupos se han mostrado repetidamente dispuestos a atacar a las fuerzas de seguridad pública en busca de una mayor influencia.

En contraste, los agentes de policía de Yucatán —el estado más pacífico de México— enfrentan la tasa de homicidios policiales más baja del país. Basado únicamente en las tasas de homicidio, es más seguro ser policía en Yucatán que ser un ciudadano promedio en México. La tasa de homicidios policiales de 6.8 en el estado está muy por debajo de la tasa nacional de homicidios de población civil.

En los últimos seis años, la violencia homicida contra policías no ha sucedido en la misma proporción hacia todas las fuerzas policiales. Tanto en términos relativos como absolutos, las policías municipales son las que han visto más agentes asesinados, con más de 1,400 muertes, lo que representa el 54% del total. Si bien en la mayoría de los estados las fuerzas policiales municipales representan la mayor proporción del total de agentes, a nivel nacional su membresía representa sólo alrededor de un tercio de la fuerza policial total. Después de las fuerzas municipales, las policías estatales son las que han experimentado el mayor número de asesinatos, con más de 1,050 muertes, lo que representa el 40% del total.

La policía estatal es la segunda fuerza general más grande en la mayoría de los estados y representa casi la mitad de la fuerza policial nacional total, aunque más de dos quintas partes (alrededor de 95,000 agentes) de toda la policía a nivel estatal operan sólo en la Ciudad de México.

La policía a nivel federal, que desde 2019 forma parte de la Guardia Nacional, ha experimentado la menor cantidad de muertes, con alrededor de 170 muertes, lo que representa el 6% de todos los asesinatos policiales entre 2018 y 2023. Los miembros de la Guardia Nacional representan aproximadamente una quinta parte de la fuerza nacional de policías.

El reporte asegura que la paz en México mejoró un 1.4% en 2023. Este fue el cuarto año consecutivo de mejora después de cuatro años consecutivos de deterioro. Sin embargo, empeoraron más estados de los que mejoraron: 15 estados mostraron mejora y 17 deterioro.

El panorama de la delincuencia organizada en México continúa reconfigurándose por la continua disminución del mercado de marihuana y heroína ilícitas en los Estados Unidos, y la creciente dependencia de los grupos delictivos en actividades como la extorsión y el narcomenudeo a nivel nacional, así como la fabricación y el tráfico del opioide sintético fentanilo. En este contexto, ha habido una mayor competencia por las rutas de tráfico y el control de las mafias locales entre grupos, especialmente los dos cárteles más poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Se estima que entre 2017 y 2022 unas 19,000 personas resultaron víctimas del conflicto entre estos dos grupos.

En 2023, los estados con mayores tasas de homicidios fueron Colima, Morelos, Baja California, Zacatecas y Chihuahua. La capital de Colima registró la tasa de homicidios más alta de todos los municipios grandes de país.

Colima también se ubicó como el estado menos pacífico del país el año pasado, seguido de Baja California, Morelos, Guanajuato y Zacatecas. En contraste, Yucatán volvió a ser el estado más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Durango y Coahuila. Existe una gran divergencia en la violencia en todo el país: los estados más pacíficos registran una tasa promedio de homicidios de 4.2 muertes por cada 100,000 personas, en comparación con una tasa promedio de 72 en los estados menos pacíficos. El año pasado, Colima registró la tasa de homicidios más alta que cualquier estado haya tenido, con 111 muertes por cada 100,000 habitantes.

A pesar de las mejoras en los últimos cuatro años, México fue sustancialmente menos pacífico en 2023 que en 2015. Durante ese periodo, la paz en México se ha deteriorado un 14.4%, con muchos indicadores de delincuencia significativamente más altos que hace nueve años. La tasa de homicidios, por ejemplo, fue 54.1% más alta en 2023 que en 2015, mientras que la tasa de delitos cometidos con armas de fuego fue 63.8% más alta.

Durante este tiempo, el país registró una tasa promedio anual de homicidios de policías de 96.8 asesinatos por cada 100,000 agentes, lo que significa que ser policía en México es aproximadamente cuatro veces más peligroso que ser miembro de la población general.

Sin embargo, la verdadera letalidad del trabajo como oficial de policía quizás se comprenda mejor en términos de las tasas de homicidio de policías. Frente a una fuerza policial nacional de más de 450,000 agentes, los más de 2,600 asesinatos de policías registrados en los últimos seis años equivalen a una tasa anual estimada de homicidios de policías de 96.8 muertes por cada 100,000 agentes. Esto sugiere que ser oficial de policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser miembro de la población general, ya que la tasa general de homicidios en México ha sido en promedio de 26.4 muertes por cada 100,000 personas desde 2018.

La violencia contra los policías no solo impacta a los oficiales mismos y sus conocidos, sino tiene consecuencias para toda la sociedad. Además de socavar la seguridad pública al debilitar la capacidad de las fuerzas del orden para proteger a la ciudadanía, puede generar un impacto psicológico desmoralizante en otros oficiales, afectando su disposición de enfrentar a los elementos criminales, así como la retención de agentes y la capacidad de las fuerzas de reclutar nuevos miembros.

Los asesinatos también representan un ataque directo al estado de derecho, desafiando la autoridad del estado y erosionando la confianza en sus instituciones. Esto puede contribuir a desencadenar un ciclo de represalias que complica aún más los esfuerzos por restablecer la paz y la seguridad en México.

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