Quintana Roo

Impunes la arbitrariedades de la GN y la Conanp en el Parque del Jaguar en Tulum

24 Jul. 2024 11:11 am

REDACCIÓN
REPORTE MAYA

TULUM | El pasado 13 de julio, Román Meyer Falcón tenía planeado realizar junto con la gobernadora de Quintana Roo un recorrido de supervisión de obras del Parque del Jaguar en Tulum, a última hora el titular de la Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), cancelo el recorrido por tierra, la causa: hoteleros, propietarios de terrenos y comerciantes de la zona arqueológica realizarían una protestas por los abusos de la Guardia Nacional quienes confabulados por directivos de la Comisión Nacional de Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), realizan despojos, cobran cuotas a los artesanos, acosan a los hoteleros y lo más grave, se aliaron a la delincuencia organizada para proteger y controlar la venta de estupefacientes en el nuevo parque.

“Más de 1,000 hectáreas es la nueva superficie del Parque del Jaguar en Tulum. Hoy supervisamos su avance. Se amplia la zona arqueológica y el antiguo aeropuerto está siendo reforestado; ya está en últimos detalles el museo. Así se ve desde el aire”, compartió en sus redes sociales Meyer Falcón acompañado de dos videos de la obra que supuestamente es para proteger al jaguar. 

Pero alguien está engañando al Presidente Andrés Manuel López Obrador y le mienten a la gobernadora Mara Lezama de lo que realmente sucede en el ‘Parque del Jaguar’ ya que las extorsiones y acosos contra propietarios están a la orden del día por la mafia que encabeza Fernando Alonso Orozco Ojeda, el funcionario de la Conanp, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) quien hace de este nuevo parque su coto de poder con la complicidad y contubernio de la Guardia Nacional.

Orozco Ojeda fue destituido en 2020 por corrupción cuando fungió como director del Parque Tulum, pero el poder de su padrino Alfredo Arellano quien fue titular de la Conanp y quien lo impuso lo regresó a las andadas, repitiendo las mañas, extorsionando lo mismo a hoteleros, propietarios y turistas a quienes ahora impusieron una cuota de cuatro dólares para ingresar a la costera que no incluye el pago para la zona arqueológica. 

A últimas fechas, Orozco Ojeda cuenta con el apoyo de la Guardia Nacional para presionar y extorsionar a los hoteleros y propietarios, imponen cuotas, quienes no pagan le niegan acceso a sus terrenos o instalaciones; los operativos de la Guardia Nacional para amedrentar a los propietarios, bajo el argumento de que esos terrenos han sido expropiados por el gobierno mexicano, aunque con ninguno se ha pactado indemnización alguna.

Los empresarios y propietarios del Parque Nacional de Tulum afirman que la actuación del funcionario es completamente ilegal, pues hasta ahora no existe el Plan de Manejo de ese parque, a pesar de que la Semarnat debía tenerlo listo desde hace casi 40 años, cuando se emitió el decreto para elevar esa zona a rango de Área Natural Protegida.

El parque abarca más de mil hectáreas, incluida una zona de 300 hectáreas que antes eran utilizadas como aeródromo. A través del Programa de Mejoramiento Urbano se invierten 2 mil 379 millones de pesos (mdp) en la intervención de más de 144 mil 500 m2.

El proyecto “es una zona de preservación cultural y medioambiental. Ampliamos lo que hoy se conoce como la Zona Arqueológica de Tulum con 2 kilómetros de senderos. Parque del Jaguar, un proyecto destinado a la preservación y conservación de este felino en Tulum, Quintana Roo, donde el Ejército construye uno de los seis hoteles Tren Maya.

Dentro del parque Nacional del Jaguar, a 2.6 kilómetros de la zona arqueológica de Tulum, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) edifica el más grande de los seis complejos turísticos que administrará a lo largo de la ruta del ferrocarril.

Se trata de un edificio con 352 habitaciones, un estacionamiento para 392 vehículos, una alberca, piscinas, spa y temazcal, además de bar, tiendas y gimnasio. El render que aparece en la página hotelestrenmaya.mx muestra un complejo de cuatro edificios de concreto conectados por tres grandes palapas. 

De acuerdo con el decreto de creación del Parque del Jaguar, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 27 de julio de 2022, en la zona de amortiguamiento se tendrían que desarrollar sólo actividades de “turismo de bajo impacto”, pero además del museo y el hotel de Sedena, se están construyendo oficinas administrativas, un centro de visitantes, una central para autobuses eléctricos y 46 módulos comerciales.

Algunos biólogos y defensores del medio ambiente afirman que el gobierno sostiene la necesidad de abrir el parque para preservar al felino y “detener el crecimiento urbano desmedido de Tulum”, pero en los hechos se está impulsando un nuevo proyecto al servicio del turismo masivo en un territorio ya saturado y acusan que es un parque que sirve para la recreación, para el turismo, y del jaguar sólo tiene el nombre.

Actualmente el Parque Jaguar es un centro recreativo controlado por la Guardia Nacional donde no se permite el acceso de envases de vidrio, plástico, no se permite fumar cigarrillos, no se permite el consumo del alcohol, en el interior del parque y en las entradas a las playas, es común ver a un integrante del crimen organizado ofertando todo tipo de droga. Los enganchadores de turistas ofernan bebidas alcoholicas de los pocos restaurantes de los hoteles que aún siguen abiertos. Un negocio redondo controlado por la Guardia Nacional.

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