Quintana Roo

Ichkabal, la aportación más antigua de la cultura maya de Quintana Roo al mundo

9 Sep. 2024 7:18 am

ICHKABAL | 09/09/24 | Ante los habitantes de Bacalar, vecinos de los pueblos mayas, y las y los quintanarroenses, el presidente Andrés Manuel López Obrador les dijo que Mara Lezama es una extraordinaria gobernadora. “Tienen ustedes a una extraordinaria gobernadora; es de justicia reconocer el trabajo de Mara en estos dos años”, dijo.

Durante el mensaje que dirigió en una visita de supervisión a las obras de la Zona Arqueológica de Ichkabal, afirmó que la primera mujer gobernadora de Quintana Roo ha puesto el ejemplo a muchos que han gobernado Quintana Roo, desde que fue territorio y luego estado, “pero ninguno como Mara”.

El presidente López Obrador agradeció a las y los quintanarroenses que han contribuido en estas obras emblemáticas, pero principalmente a los ejidatarios, porque el Tren Maya permitirá que el progreso de Cancún vendrá al sur de Quintana Roo y también a Campeche. “Y para eso servirá el Tren Maya, la obra ferroviaria más importante en el mundo”.

El presidente López Obrador se despidió de las y los quintanarroenses, de los pueblos mayas, pues al concluir su mandato cerrará su ciclo de trabajo, pero se va satisfecho al cumplir con poner en marcha la Cuarta Transformación.

Estos son días históricos para el sur del país, pero en especial para Quintana Roo, expresó la gobernadora Mara Lezama Espinosa ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum durante la supervisión de trabajos de esta zona arqueológica que pronto abrirá sus puertas al mundo.

Con esta supervisión, López Obrador y Claudia Sheinbaum concluyen una gira de tres días por Quintana Roo a bordo del Tren Maya, entregando justicia social y bienestar social en Playa del Carmen, así como infraestructura turística en Tulum y Felipe Carrillo Puerto.

La gobernadora Mara Lezama recordó que la zona arqueológica de Ichkabal había sido utilizada como promesa de campaña de gobiernos anteriores y neoliberales, que solo prometían y prometían con tal de obtener votos, pero luego decían que era imposible y complicado abrir las puertas de este importantísimo Centro de Poderío Maya.

Por ello afirmó que, en este gobierno diferente, de la Cuarta Transformación, con voluntad y amor al pueblo, cuando trabaja de la mano en la búsqueda de soluciones, es cuando las grandes cosas suceden.

“Este es el caso de Ichkabal, de la antigua ciudad Maya más grande y extensa de la península de Yucatán, aún más grande y monumental que las otras zonas arqueológicas en el país. Aquí se mantuvo durante mucho tiempo el centro político del poderío Maya en la región, junto con Kohunlich, Dzibanché, Kinichná, Chacchoben y Oxtankah, se conforma ahora uno de los más importantes circuitos de turismo arqueológico de nuestra región, un hecho que va a significar desarrollo, pero con prosperidad compartida”, aseguró la titular del Ejecutivo.

Al agradecer al presidente López Obrador, el mejor presidente que ha tenido México, que estas obras marcan el antes y el después de una forma diferente de gobernar, con desarrollo y éxito, pero que se traducirán en bienestar y beneficios directos para las familias del pueblo Maya.

“Porque de eso se trata el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y el Desarrollo de Quintana Roo, de buscar el cómo sí se puede lograr que los beneficios del desarrollo se traduzcan en bienestar para el Pueblo” puntualizó Mara Lezama.

Por otra parte, al referirse a los mil 554 kilómetros de esperanza del Tren Maya son detonantes de nuestra economía, pues desde la estación de Bacalar podrán llegar a conocer la herencia ancestral y la riqueza cultural. Además, el INAH registró más de 60 mil elementos inmuebles y casi un millón 500 mil vasijas e instrumentos cerámicos Mayas que, luego de su restauración, nutrirán los museos de la Península y otros serán exhibidos en los paraderos del Tren.

Mara Lezama destacó que el presidente López Obrador fue guía y mostró el camino del cambio verdadero, y con Claudia Sheinbaum, todas y todos juntos, se construirá el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Al respecto, la presidenta electa Claudia Sheinbaum reiteró lo que ha venido señalando a lo largo de la gira, que esta es una transición de gobierno histórica, pues nunca se había visto que se supervisaran obras y programas que benefician al pueblo.

Por ello, insistió en que los programas sociales no solo continuarán, sino que serán fortalecidos al elevarse a rango constitucional y con tres nuevos: el reconocimiento al trabajo de las mujeres, becas para todas y todos las niñas y niños en educación básica y contratación de médicas y médicos para que los adultos mayores sean atendidos en sus casas.

Durante la supervisión, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, explicó la importancia de Ichkabal, una zona arqueológica intervenida con el PROMEZA que surgió a raíz de la construcción del Tren Maya, que permitió ampliar los conocimientos de la extraordinaria cultural que es el pueblo Maya.

Sobre la espesa fronda de la selva aparecen las cúspides de colosales edificaciones, de más de 40 metros de altura. La Zona Arqueológica de Ichkabal, localizada a 40 kilómetros al poniente de la laguna de Bacalar, y cuya existencia era desconocida hasta finales del siglo XX, fortalece los trabajos encaminados a su apertura al público.

Aunque el antiguo centro político maya empezó a ser objeto de investigaciones por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2009, es mediante el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), derivado del proyecto prioritario Tren Maya, que se ha dado continuidad a su estudio, conservación y puesta al día.

EL INAH también destaca los esfuerzos de los trabajadores del Promeza, el apoyo recibido por los ejidatarios de Bacalar y los aportes de arqueólogos como Enrique Nalda Hernández (1936-2010), quien dedicó sus últimos años a desentrañar los misterios de esta urbe, de más de 2,400 años de antigüedad.

“Es probable que Ichkabal haya dado cabida a poblaciones procedentes de la cuenca del Mirador, ante el declive de esta ciudad del norte del Petén guatemalteco”, dijo el titular del INAH

La “nueva” zona arqueológica de Quintana Roo, anotó, fue asiento de la poderosa dinastía Kaan’ul, o de la Serpiente, que surgió en Dzibanché y se desplazó a Calakmul, extendiendo su influencia al norte del territorio que hoy ocupa Guatemala, llegando así a rivalizar con Tikal. 

“Aunque el auge de Ichkabal se dio entre los años 200 y 600 de nuestra era, siguió fungiendo como un importante centro de poder que articulaba las regiones de la selva maya chiapaneca y campechana con el Petén guatemalteco y el oriente de la península de Yucatán, hasta el siglo XVI”, abundó el titular del INAH. 

De ese esplendor, gracias al Promeza, se han liberado y consolidado, en su totalidad o parcialmente, una docena de estructuras de diversas alturas y volúmenes, cuyas fachadas fueron desmontadas por los habitantes del lugar en su época de decaimiento, según las hipótesis del equipo arqueológico, el cual lideran Luz Evelia Campaña y Javier López Camacho.

Como indica su traducción del maya, “entre bajos”, Ichkabal se emplazó en terrenos que tienden a inundarse durante periodos de lluvia, por lo que cuenta con una gran obra de ingeniería hidráulica: un reservorio de planta rectangular, de 80 por 60 metros, conocido como Aguada de los Cocodrilos, hecho por los mayas antiguos para contar con agua todo el año.

De acuerdo con el levantamiento fotográfico y las imágenes aéreas captadas con tecnología LiDAR, la cual permite registrar la presencia de estructuras arquitectónicas debajo del manto forestal, el asentamiento prehispánico tuvo una extensión de más de 60 kilómetros cuadrados, y tenía conexión con Dzibanché por medio de un sistema de caminos o sacbe’ob, de 40 kilómetros. 

Próximamente, las y los visitantes de Ichkabal se encontrarán ante algunas de las estructuras más grandes del territorio maya, características del estilo Petén por su verticalidad y prominencia, y otras de gran belleza y elegancia, como el Edificio 4, que conserva una escalinata de peldaños estucados, rastros de pintura y mascarones de hasta 5 metros de altura, en su fachada; o el Edificio 5, que también preserva pintura mural, glifos y bajorrelieves de personajes asociados al inframundo.

La traza de la ciudad les conducirá por un conjunto de calzadas que conectan los conjuntos ceremoniales, las áreas habitacionales y los humedales dedicados a la agricultura que, en conjunto, expresan la monumentalidad que alcanzó esta urbe precolombina.

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