Sociedad chiapaneca pide un alto a la violencia generada por enfrentamientos entre cárteles
14 Sep. 2024 11:25 am
TUXTLA GUTIÉRREZ | 14/09/24 | La violencia generada por los grupos del crimen organizado en guerra por el control del estado ha ido avanzando abrumadoramente en varios municipios de Chiapas, los enfrentamientos, ejecuciones, el sitio de comunidades ha provocando el desplazamientos y migración de indígenas hacia Guatemala; la cifra de 675 homicidios dolosos en este año la colocan como una entidad donde la delincuencia organizada tiene el control de muchos sectores sociales y proctivo, por lo que miles de chiapanecos salieron a las calles clamando justicia y paz.
En los municipios de Frontera Comalapa, Chicomuselo, Bella Vista, Siltepec, Amatenango de la Frontera, El Porvenir, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, Motozintla, Ángel Albino Corzo, La Concordia, Villa Corzo, Villaflores, La Trinitaria, Las Margaritas, Maravilla Tenejapa, Benemérito, Frontera Corozal Palestina, Tila, Altamirano, Oxchuc, Pantelhó y Chenalhó la violencia se agudizó desde los primeros días de este año.
Ante espete panorama de miedo y dolor, miles de personas salieron este viernes a la calle para manifestarse contra el aumento de la violencia, que se ha vuelto insostenible en las comunidades antes mencionadas.
Unas 10 mil personas de varios sectores de la sociedad se unieron a las protestas y exigieron al Gobierno mexicano detener la creciente ola de violencia, achacada al narcotráfico en la región.
Los manifestantes han hecho hincapié en la importancia de acabar con el ‘modus operandi’ de algunas de las bandas criminales que actúan en la zona y que incurren en secuestros, asesinatos, reclutamiento de menores y desplazamiento forzoso.
La marcha inició en la Central de Abastos de Tuxtla Gutiérrez encabezada por defensores de los Derechos Humanos, profesores, conductores y miembros de la Iglesia católica así como miembros de las comunidades mayas tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles y zoques, que portaban banderas blancas como símbolo de paz y pancartas con mensajes como “Paz para Chiapas” y “¡La paz es un grito que merece ser escuchado!”.
La manifestación fue un claro llamamiento por parte de la población para que las autoridades tomen las medidas necesarias que lleven a un descenso de la violencia y los enfrentamientos entre cárteles de la droga, una situación que pone en peligro a los ciudadanos.
El objetivo de la peregrinación religiosa es expresar con fe y dignidad las exigencias de paz y seguridad, evitar enfrentamientos y violencia, dijeron los organizadores.
Los manifestantes alzaron la voz ante los exponencial de la inseguridad el aumento de los asesinatos y las desapariciones forzadas en las comunidades; las personas son utilizadas como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles.
Los obispos de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, el auxiliar Luis Manuel López Alfaro y el obispo auxiliar de Tuxtla Gutiérrez, José Luis Mendoza Corzo emitieron un comunicado donde expresaron además que a las víctimas del crimen organizado se les obliga a que estén en los retenes, conocidos como filtros, que los cárteles mantienen en las comunidades como medida de control y se paga una cuota obligatoria si no de acude a esa labor.
En conjunto las iglesias de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, las diócesis de San Cristóbal de las Casas y Tapachula manifestaron que buscan unir “las voces a las miles de víctimas de la violencia en el país como en Chiapas, que muchas veces son silenciadas, minimizadas e ignoradas por aquellos que tienen en sus manos el poder de actuar para impedir estos sufrimientos”.
A la marcha se integraron además familias desplazadas y familiares de víctimas de violencia en la entidad.
La manifestación que partió del santuario a Juan Pablo II, situado en la reserva forestal Pumpushuti, al oriente de la ciudad, congrega a una mayoría de la grey de pueblos originarios.
El recorrido fue acompañado de demandas y exigencias de paz y justicia. “Paz con justicia y dignidad, ¡ya!”, “Queremos la paz que exige el pueblo”, “Si a la paz, no a la violencia”, “Justicia y paz para Chicomuselo”, “Exigimos justicia y retorno con garantías”.
Los obispos expresaron que la movilización religiosa fue más allá del número de creyentes convocados y asistentes. La manifestación ha sido para mostrar a las víctimas, no sólo a los que han tenido que huir de sus comunidades, sino también a los que han sido masacrados impunemente por negarse a colaborar con los criminales, afirmaron.
Pidieron a los tres órdenes de gobierno restablecer el orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil, la desarticulación y el desarme inmediato de los grupos criminales. Puntualizaron que “los desplazados no podrán regresar en tanto los grupos criminales sigan en el territorio”. Después de dos horas de caminata, concluyeron con una celebración religiosa en la catedral de San Marcos.