La Tómbola Turca
29 Oct. 2024 7:36 am
Libertas Capitur / Felix Eladio Sarracino Acuña
La reforma judicial que cambió el procedimiento para nombrar a los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación es turca. Hizo a un lado los exámenes de oposición profesionales y los sustituyó por un sistema electoral sujeto a las veleidades del juego político.
Los actuales ministros, jueces y magistrados, simplemente serán despedidos sin derecho a defensa, una acción que evidencia la intención de desmantelar al poder judicial, despojándolo de su personal capacitado en sus procedimientos y valores.
Los requisitos para participar en las elecciones judiciales son mínimos. La edad y la experiencia que hasta hace poco eran importantes, hoy se dejaron de lado. La carrera judicial simplemente dejó de existir.
La reforma determinó que el mismo modelo debe replicarse en los 32 estados de la república (o lo que queda de ella).
Los tres poderes de la Unión son los responsables de postular a los candidatos a los cargos judiciales en forma “equitativa”, a través de un Comité de Evaluación que integrará un listado corto de aspirantes.
La depuración de dicho listado, es decir, la selección de los candidatos se hace mediante insaculación y los nombres finales los aprueba el poder correspondiente.
El procedimiento para la elección de los jueces y magistrados del poder judicial, está diseñado para que el grupo en el poder (actualmente legislativos y ejecutivos federal y estatales) se sirva con la cuchara grande.
Todo lo cual resulta una abierta violación al Estado de Derecho, al principio de separación de poderes y a los derechos humanos de las personas juzgadoras, cuyo desempeño está protegido por diversas convenciones internacionales.
La integración de propuestas al margen de la carrera judicial, es decir, sin la experiencia necesaria para el cargo, producirá funcionarios judiciales a modo del gobierno, léase Partido Morena.
El Tribunal de Disciplina Judicial, integrado bajo el mismo esquema político, será el encargado de ejecutar a los jueces y magistrados que no cumplan. Todos sabemos que se trata de un tribunal parcial de conciencia.
Pero usted que me lee, por favor, no crea que el sistema adoptado por Morena para capturar al poder judicial es original. Hay experiencias históricas en otras latitudes, sobre la eficiencia de este método. Como ya dije, es turco.
En Turquía, la reforma judicial instaurada por el presidente Erdogan, ha demostrado que el poder judicial formal se puede usar como un buen instrumento para imponer decisiones autocráticas.
Erdogan, por cierto, fue primer ministro desde marzo de 2003 e inmediatamente después fue electo presidente hasta la fecha. Las amenazas y represión desde el poder, contra fiscales, jueces y litigantes, han sido la tónica de su gobierno.
Miles de ellos han sido despedidos y sustituidos por jóvenes. Turquía tenía el 2019 aproximadamente 21,000 jueces y fiscales, de los cuales un 45% frisaban tres años de experiencia o menos, según cálculos publicados por la agencia de noticias Reuters con base en datos oficiales.
Los tribunales judiciales de Turquía adolecen de personal calificado y miles de personas esperan inútilmente que se resuelva sus juicios. El despido masivo continúa y muchos de ellos terminan en la cárcel.
Las consecuencias para el nivel de vida del pueblo turco son desastrosas. El Parlamento Europeo criticó recientemente las constantes violaciones a los derechos humanos y la libertad de prensa en Turquía.
Y calificaron como “regresivas” el desempeño de las autoridades y las reformas que hicieron nulas la independencia del poder judicial, los derechos políticos -especialmente de reunión y de expresión- el respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho en general.
Nelson Mandela dijo: “Un país sin justicia, es como un río sin agua”. Mandela fue premio Nobel de la Paz en 1993. A lo largo de su vida recibió honores y reconocimientos por su lucha en pro de la justicia y la igualdad.
Y en México, usamos una Tómbola para mejorar la justicia…