Pemex hereda deudas, ineficiencia y corrupción
4 Nov. 2024 7:14 am
REPORTE MAYA
REDACCIÓN
CDMX | Con una deuda de más de 100 mil millones de dólares, irregularidades financieras por más de 800 millones de pesos; con pérdidas de 161 mil 455 millones de pesos durante el tercer trimestre de 2024, aparte de una plantilla laboral de 128 mil personas donde más del 80 por ciento están sindicalizados y dejando la mayor parte de sus reservas de petróleo en el subsuelo pues de cada 100 barriles que extrae en el Golfo de México los actuales problemas de Pemex heredados por Andrés Manuel López Obrador hacen que sea aún más difícil para Claudia Sheinbaum sacar avante la empresa estatal que enfrenta el mayor déficit público en 40 años.
Se ha dicho y comprobado que las compañías petroleras nacionales tienden a ser más grandes y menos eficientes que sus contrapartes del sector privado. Sin embargo, Petróleos Mexicanos (Pemex), con una fuerza laboral de aproximadamente 128 mil personas, se destaca incluso entre sus pares estatales.
La cantidad de crudo que Pemex extrae por empleado ha caído a poco menos de 14 barriles diarios, menos que cualquier otro productor estatal latinoamericano, con excepción de Petróleos de Venezuela. La petrolera estatal de Brasil extrae casi 48 barriles diarios por empleado, mientras que la colombiana produce unos 27. Al otro lado del mundo, Saudi Aramco, con una fuerza laboral de tamaño similar a la de Pemex, extrae más de 92.
Esto indica que el nuevo director ejecutivo, Víctor Rodríguez, a quien la presidenta Claudia Sheinbaum ha designado para rescatar al mayor productor de petróleo del mundo, tiene un enorme desafío.
Las implicaciones van más allá de la empresa y sus tenedores de bonos. Las finanzas de Pemex están profundamente entrelazadas con las de México, lo que significa que los esfuerzos de Sheinbaum para combatir el crimen, hacer crecer la economía y avanzar en el resto de su agenda dependerán, en parte, de arreglar Pemex.
El expresidente López Obrador inyectó hasta 80 mil millones de dólares en la empresa mediante inyecciones de capital y exenciones fiscales durante su mandato de seis años. Pero poco o nada mejoró, lo que pone de relieve hasta qué punto la ineficiencia de Pemex se ha convertido en un lastre para los resultados del país.
Pemex tiene problemas de seguridad y accidentes
Los problemas de Pemex hacen que sea aún más difícil para Sheinbaum, que hereda el mayor déficit público en 40 años, cumplir sus promesas de reducir el déficit y continuar el apoyo financiero a la petrolera estatal. Uno de los principales desafíos del nuevo CEO será reducir su fuerza laboral, que no se ha reducido a pesar de la caída de la producción de la compañía en dos décadas.
Los poderosos sindicatos han impedido en gran medida que Pemex inicie despidos masivos. Más del 80 por ciento de los empleados están sindicalizados, según documentos de la empresa, y los crecientes pagos de pensiones están aumentando su carga financiera.
También ha habido una serie de problemas de seguridad y pérdidas de producción. Una enorme explosión en un pozo en alta mar el año pasado dejó dos muertos y cientos de miles de barriles perdidos después de que una instalación quedara fuera de servicio durante meses.
Ese fue solo un accidente de una serie de accidentes mortales , incluido uno reciente en una refinería de Texas. La empresa tuvo nueve muertes de trabajadores en 2022, según los datos más recientes. Hubo 12 el año anterior, incluidas cinco personas fallecidas en un accidente en una plataforma marina. Exxon Mobil y Chevron, que producen más crudo, registraron dos muertes cada una el año pasado, según muestran los datos.
Deuda de Pemex, el principal problema de la petrolera
Los problemas financieros de Pemex siguen siendo su principal preocupación. Hace tres meses, la empresa registró su peor pérdida desde el inicio de la pandemia.
Debido al envejecimiento de sus equipos, Pemex deja la mayor parte de sus reservas de petróleo en el subsuelo. Por cada 100 barriles que extrae en el Golfo de México, deja unos 77, mientras que sus competidores dejan en promedio entre 40 y 50, según datos de la consultora de exploración y producción Welligence.
La producción de Pemex ha estado cayendo durante años. Produce alrededor de 1.8 millones de barriles de crudo y condensados por día, aproximadamente la mitad de su pico de hace dos décadas. En un intento por revertir la caída, AMLO, como se le conoce al expresidente, propuso un plan de 13.800 millones de dólares para impulsar la producción en 23 nuevos pozos.
Si bien algunas de esas medidas ayudaron a aumentar marginalmente la producción, la mayoría de ellas fueron un fracaso. Por ejemplo, se estimó que el campo offshore Xikin de Pemex, cerca del estado de Tabasco, contenía alrededor de 190 millones de barriles recuperables en 2018. Desde entonces, la compañía ha reducido su estimación de cuánto puede bombear de ese campo en 60 por ciento, a solo 76 millones de barriles, según datos del regulador nacional de hidrocarburos de México.
La ineficiencia no es la única actividad que se da en el campo de la exploración y la producción. Las antiguas refinerías de la empresa (la mayoría de las cuales se construyeron en los años 1920 y 1930) están perdiendo dinero.
Si bien el margen de ganancia promedio de las refinerías en América Latina es de 2 a 5 dólares por barril, el negocio de refinación de Pemex le cuesta a la compañía alrededor de 9 dólares en ganancias perdidas por cada barril producido sobre una base anualizada.
Mientras tanto, el intento del ex presidente de rescatar el negocio downstream de Pemex mediante la construcción de una nueva refinería emblemática en la Costa del Golfo prácticamente ha fracasado. La instalación de Dos Bocas lleva más de tres años de retraso y supera en 11.000 millones de dólares el presupuesto.
A pesar de las reiteradas promesas de AMLO de que México produciría todo el combustible que consume para el final de su mandato, todavía importa más de la mitad de la gasolina que utiliza, según la consultora EMPRA, con sede en Ciudad de México. La refinería Olmeca de Dos Bocas solo procesó crudo al 25 por ciento de su capacidad total de 340 mil barriles por día en agosto, procesó cero barriles en la primera quincena de octubre debido a problemas técnicos y cerró por completo sus operaciones el lunes pasado.
Los numerosos problemas de la empresa estatal plantean un obstáculo para Rodríguez y Sheinbaum, quienes han sugerido ampliar el alcance de Pemex para incluir nuevos emprendimientos en energías renovables y exploración de litio. Los analistas dicen que debería hacer lo contrario: reducir su tamaño y concentrarse en la perforación en tierra y aguas poco profundas, que es lo que mejor hace. Todo lo demás, argumentan, debería ser subcontratado o despachado.
Pérdidas, pérdidas, pérdidas…
Pemex registró una pérdida neta de 161 mil 455 millones de pesos durante el tercer trimestre de 2024, lo que representó su mayor pérdida para un periodo similar desde 2015, según el reporte financiero entregado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
De esta manera, Octavio Romero Oropeza se despidió de la petrolera mexicana, de la que fue director general durante el sexenio pasado, navegando en números rojos, ya que en el acumulado enero-septiembre del 2024, las pérdidas financieras ascendieron a 430 mil 102 millones de pesos.
El recuento sexenal de la administración de Romero Oropeza solo arrojó ganancias en 2022 y 2023, con utilidades de 100 y 109 mil millones de pesos, respectivamente.
Sin embargo, Pemex reportó pérdidas en 2019 (-347.9 mil millones de pesos), 2020 (-509.1 mil millones de pesos) y 2021 (294.8 mil millones de pesos) y a falta de un trimestre para que finalice el 2024, también apunta a registrar cifras negativas.
Entre julio y septiembre de 2024, los ingresos de Pemex se ubicaron en 426 mil 121 millones de pesos, lo que representó una caída de 7.7 por ciento a tasa anual, mientras que el costo de ventas se ubicó en 380 mil 736 millones de pesos, lo que significó un ligero aumento de 1.2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Juan Carlos Carpio Fragoso, director corporativo de finanzas de Pemex, señaló en una llamada con inversionistas que la nueva administración de la petrolera establecerá diversas estrategias, en conjunto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para fortalecer la posición financiera de la empresa.
“Habrá una continuidad de apoyo del Gobierno a Pemex, por lo que tendremos una coordinación continua con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de Energía”, dijo.
Agregó que también se buscará mantener la meta de endeudamiento neto cero. Al cierre del tercer trimestre del 2024, la deuda de la empresa se ubicó en 97 mil 309 millones de dólares, lo que significó una reducción de 8.2 por ciento respecto al cierre de 2023.
También se diseñarán e implementarán estrategias para administrar los pasivos de la empresa. Hasta septiembre de 2024, Pemex ha logrado pagar 332 mil 470 millones de pesos a proveedores y contratistas, sin embargo, la empresa se comprometió a pagar la totalidad de las deudas durante los próximos meses.
Arnulfo Rodríguez, analista económico de BBVA Research, explicó que el principal factor que influyó desfavorablemente en los resultados financieros de Pemex fue una pérdida cambiaria por 130 mil millones de pesos y menores volúmenes de ventas de hidrocarburos.
Tan solo en el último año, se observó una caída en la producción de hidrocarburos de 107 mil barriles diarios, “para incrementar la producción petrolera en este año y los siguientes se requerirá de una mucho mayor aportación de los nuevos campos ya que el declive natural de los campos maduros continuará”, dijo el experto.
Urge reforma
En este contexto, Pemex trabaja con la Secretaría de Hacienda en un régimen fiscal que permita que la petrolera siga contribuyendo a las finanzas públicas, pero a su vez, reconozca la ‘nueva realidad de la empresa’, afirmó en conferencia con inversionistas, Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex.
“(Implementaremos) un abanico de acciones que permitirán alcanzar ese resultado, vamos a reducir costos, elevar ingresos, cancelar subsidios, depurar pasivos, refinanciar deudas, focalizar inversiones y adaptar el régimen fiscal a la nueva realidad”, apuntó.
Enfatizó que, con el nuevo régimen fiscal, se fortalecerá la posición financiera de la empresa sin dejar de contribuir a la hacienda pública ni debilitar la seguridad energética.
“Un régimen fiscal renovado nos permitirá aprovechar campos que en las condiciones actuales no resultan económicamente viables”, dijo.
Alejandra Marcos, directora de análisis de Intercam, coincidió en que estos números manifiestan que la petrolera sigue evidenciando la imperiosa necesidad de realizar una reforma operativa y financiera.
“Las necesidades de capital para revertir la caída en producción son considerables, al tiempo que consideramos que Pemex es el punto más vulnerable de las finanzas públicas”, y detalló que tan solo el próximo año, la empresa requerirá recursos cercanos a los 17 mil millones de dólares, de los cuales, siete mil millones de dólares provienen de vencimientos de deuda, y 10 mil millones de flujo requerido para poder seguir operando, por lo que continuará necesitando el apoyo del gobierno.
Buscará ser fuerte
Juan Carlos Carpio Fragoso, director corporativo de finanzas de Pemex, señaló en la llamada con inversionistas que la nueva administración de la petrolera establecerá diversas estrategias para fortalecer su posición financiera, pues “habrá una continuidad de apoyo del gobierno a Pemex”, dijo.
También se implementarán estrategias para administrar los pasivos de la empresa. Hasta septiembre de 2024, Pemex ha logrado pagar 332 mil 470 millones de pesos a proveedores y contratistas.
Con todos estos planes, Ramsés Pech, socio en Caraiva y Asociados, se cuestionó si Pemex podrá llevar a cabo todos los proyectos con el mismo presupuesto.
“Aunque en el caso de extracción podría haber inversión privada, no creo que vayan a ser farmouts, ya que ese esquema lleva un largo tiempo para su autorización, pero podría haber contratos de obra pública financiados por privados; tampoco veo viable que Pemex explote minas a cielo abierto de litio”, apuntó.
Pagos en exceso detecta la ASF
Por otra parte, Pemex Exploración y Producción (PEP) deberá justificar o resarcir 805.2 millones de pesos por pagos en exceso e incumplimiento del programa de resarcimiento ambiental y social durante los trabajos de perforación del Campo Quesqui, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En su reporte del gasto de 2023, el órgano fiscalizador señaló que la Empresa Productiva del Estado no vigiló que los contratistas cumplieran con los trabajos y servicios de beneficio social contemplados en el Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA) al que estaban obligados por contrato.
”Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal o al patrimonio de Pemex Exploración y Producción por un monto de 301 mil 673 millones 297.08 pesos”, señaló.
A ese monto se suman 503 millones 552 mil 933.7 pesos que Pemex pagó en exceso por distintos conceptos durante los trabajos de perforación direccional y vertical con barrenas y equipo direccional para pozos petroleros, la terminación de pozos terrestres y la ingeniería, procura y construcción de obras asociadas al proyecto.
”(Hubo) pagos en exceso por 443 millones 880.4 miles de pesos en el contrato núm. 423114810, por diferencias entre la cantidad de lastrabarrenas estimadas y pagadas, contra las comprobadas mediante los reportes elaborados por Pemex Exploración y Producción”, detalló respecto del monto más grande.
El Campo Quesqui se localiza a una distancia de 72.2 kilómetros al suroeste de la Terminal Marítima Dos Bocas y a una distancia de 28.4 kilómetros al noroeste de la ciudad de Huimanguillo, Tabasco.
Este campo, refirió la ASF, es uno de los que Pemex designó como prioritarios y que acumula una racha de producción al alza y se ha colocado como uno de los principales activos de la petrolera, el campo es un activo productor de condensados, líquidos de gas natural e hidrocarburos muy ligeros.
Y la producción…
En 2018, antes de iniciar el sexenio de López Obrador, la cifra de producción fue de 1.665 millones de barriles al día. En un poco de contraste, en los últimos trimestres Pemex logró aumentar su rendimiento bruto y el resultado de sus operaciones, pero eso no fue suficiente.
La producción de hidrocarburos líquidos de PEP promedió 1.764 millones de barriles diarios, registrando una disminución en comparación con el trimestre anterior, donde la producción fue de 1.784 millones de barriles diarios.
Esta cifra marca la quinta caída trimestral consecutiva desde el tercer trimestre de 2020. La caída en la producción se debe, en parte, al declive de los campos maduros, que aportaron 12 mil barriles diarios menos, y a una menor producción en los nuevos desarrollos, con 8 mil barriles diarios menos.
Los nuevos desarrollos aportaron 549 mil barriles diarios en el tercer trimestre de 2024, una leve disminución frente a los 557 mil barriles diarios del trimestre anterior. Para alcanzar la meta de producción de 1.8 millones de barriles diarios, Pemex necesitará frenar el declive en campos maduros y reactivar la producción en los nuevos desarrollos.
Además, la producción de hidrocarburos líquidos disminuyó en 20.1 mil barriles diarios en comparación con el segundo trimestre de 2024, atribuible a bajas en la producción de petróleo crudo pesado, ligero, superligero y condensados.
En el mismo período, las exportaciones de petróleo crudo en pesos disminuyeron un 17.8% anual, compensadas en parte por un leve aumento en las ventas nacionales de combustibles, resultando en una disminución total de ventas de 7.7% en relación con el mismo trimestre del año anterior.
Los resultados financieros de Pemex se vieron impactados por un aumento en las pérdidas cambiarias, que alcanzaron los 130.1 mil millones de pesos, y por un deterioro en activos fijos, llevando a una pérdida neta de 161.5 mil millones de pesos, más del doble en comparación con el tercer trimestre de 2023, cuando la pérdida fue de 79.1 mil millones de pesos.
El cambio en la cifra podría ser positivo si se toma en cuenta los más de 105,000 millones de dólares con los que cerró el sexenio priista de Peña Nieto.
Pero hay otro pasivo que ha aumentado a más del doble y que alarma a una parte muy relevante de la petrolera, a los contratistas y proveedores. La deuda que la estatal tiene con este segmento más que se ha duplicado en los últimos seis años y el sector se encuentra prácticamente asfixiado. La deuda de Pemex con sus proveedores aumentó de 149,800 millones de pesos en 2018 a 402,874 millones de pesos al cierre de septiembre. Con información de Expansión, Bloomberg, El Financiero, Pemex, SHCP.