¿Quién manda en Pemex?
28 Nov. 2024 4:19 pm
El sospechoso poder entregado al Clan Guerrero Pozas.
Vinculado a Calderón, Peña Nieto y J.A. Meade, ahora opera en Pemex.
Samuel L. Soto Giles | En las filas de Morena se encendieron las luces de alerta ante lo que está sucediendo o puede ocurrir en Pemex. Porque su nuevo director, Víctor Rodríguez Padilla, más parece empeñado en regresar a la petrolera a los tiempos de Enrique Peña Nieto, que consolidar con la presidenta Claudia Sheinbaum el proceso de rescate soberano iniciado con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Intención o ingenuidad, pero que nadie se llame a sorpresa.
Hay varios indicios de cómo se han ido colocando las piezas que tienen el objetivo de desmantelar todo lo avanzado en los primeros seis años de la Cuarta Transformación.
Hay para muestra varios botones pero vayamos a lo más evidente: el poder que Rodríguez Padilla ha entregado al “Clan Guerrero Pozas”, representado en Pemex por Claudia Anel Guerrero Martín, convertida hoy en flamante Jefa de Oficina de la Dirección General de Pemex. Todo el poder, pues.
DETRÁS DE LA CORTINA
La señora Claudia Anel es “el cerebro maligno” en Pemex de Rodríguez Padilla, porque el padre de la Jefa de Oficina, Gregorio Guerrero Pozas, es un experto en puertas giratorias y ha puesto a sus hijos en lugares clave. Como sucedió con Julio César Guerrero Martín quien hizo carrera al lado de José Antonio Meade, el fallido candidato del PRI a la Presidencia en 2018.
De hecho, el padre de Claudia Anel y Gregorio, fue protegido y promovido por Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, al grado de que participó en las sombras (como acostumbra) en la campaña de su amigo Meade Kuribereña. Por eso la pregunta es obligada: ¿estará regresando el neoliberalismo de la mano de un grupo que aprovecha la debilidad política y administrativa del nuevo director?
CONTRA LOS FUNDADORES
El empeño de combatir todo lo que en Pemex huela a Andrés Manuel López Obrador, a Octavio Romero Oropeza y a la 4T llegó al extremo de hacer renunciar al hijo de un líder histórico del movimiento y ese sí hermano de lucha de AMLO, me refiero a Juan Alberto Pérez Concepción, un joven producto de la cultura del esfuerzo y que tenía un puesto como especialista en informática.
Juan Alberto es hijo del fallecido Alberto Pérez Mendoza, a quien AMLO le rindió honores y reconoció su aportación a la lucha democrática. En la izquierda mexicana y en la política tabasqueña, la mención de Alberto no requiere explicación porque es conocida su labor junto a Andrés Manuel, en aquellos tiempos en que caminó desde Tabasco también Octavio Romero…
Pero a la operadora del “Clan Guerrero Pozas” eso le incomoda, pues ella y su familia combatieron al obradorismo desde el PRI y ahora lo pretenden hacer desde Pemex.
¿Qué dirá la presidenta Claudia Sheinbaum si se entera que el equipo de Rodríguez Padilla ordenó el cese del joven Juan Alberto?
No es el único despedido, pero es simbólico; a otros los presionan para que renuncien. Mientras, van colocando a emisarios del viejo régimen priista (hay nombres como Gustavo Hernández García, ahora flamante asesor externo y ex colaborador de Emilio Lozoya), la señora Guerrero Martín realiza una cacería de obradoristas.
ALGO DEL CLAN GUERRERO POZAS
El jefe del clan es el operador del viejo PRI Gregorio Guerreo Pozas quien se formó en la escuela neoliberal y tuvo reflectores durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Fue Contralor general de Pemex de 2000 a 2003 (con Raúl Muñoz Leos, nombrado por Vicente Fox); de 2003 a 2007 fue contralor de Financiera Rural, donde tuvo de Jefe a José Antonio Meade, con quien trabó una estrecha relación.
De ahí pasó a contralor general del IFE, 2008 (bajo el gobierno nefasto de Felipe Calderón). En mayo de 2014 (ya con Peña Nieto en el poder), los diputados –mayoría del PRI y PAN-, lo reeligieron como contralor general, del Instituto Nacional Electoral (INE). Trabajó entonces con Andrés Albo Márquez, Leonardo Valdés Zurita y Lorenzo Córdova Vianello.
Renunció en enero de 2019 para poder asumir como Titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Gobernación, cargo que ocupó hasta junio de 2020. Se coló a la 4T.
Cuando Guerrero Pozas llegó a la Segob publicó el diario El Universal, marzo de 2019: Ven infiltración priista en Segob.-Dentro de la secretaría de Gobernación que encabeza Olga Sánchez Cordero hay quienes reprueban el arribo del excontralor del INE Gregorio Guerrero Pozas como titular de Administración y Finanzas pues aseguran que sus vínculos con el priismo se encuentran más vigentes que nunca. Aseguran que durante la campaña presidencial de 2018 habría trabajado tras bambalinas en favor de José Antonio Meade pues Guerrero Pozas es cercano al excandidato desde que ambos coincidieron en Financiera Rural en 2003 y la relación se fortaleció entre ambos cuando el hijo del primero, Julio César Guerrero Martín, se desempeñó como secretario particular y operador de campaña del exsecretario de Hacienda.
Pero mientras el padre operaba desde el PRI, los hijos fueron colocados en posiciones estratégicas. En octubre de 2023 Julio César Guerrero Martín, hermano de Claudia Anel (la barredora en Pemex), fue designado titular de la Unidad de Administración y Finanzas de Nafin-Bancomext.
Llamó la atención esa aparición porque César fue secretario particular de José Antonio Meade, titular del Indaabin en el gobierno de Peña Nieto.
Por su parte, Claudia Anel fue colocada estratégicamente en Pemex, donde en 2009 bajo el gobierno de Felipe Calderón y con Juan José Suárez Coopel como director de la paraestatal llegó a la titularidad de la unidad de atención a consejeros de Pemex, y se mantuvo en esa importante posición en el gobierno de Peña Nieto y con los directores Emilio Lozoya, José Antonio González y Carlos Treviño.
En espera de mejores tiempos pasó a una gerencia de Infonavit (2021-2023) y un cargo en Semarnat (2023 a 2024).
La oportunidad se le presentó con Víctor Rodríguez Padilla de quien aprovecha su debilidad y desconocimiento de Pemex para buscar desmantelar todo lo realizado en seis años del gobierno de López Obrador aprovechando su cargo desde la Coordinación Ejecutiva de la Dirección General.