México nunca será autosuficiente e independiente energéticamente
Ramses Pech | En el cierre del 2024, debido a los cambios ocurridos en los últimos meses, podemos determinar y asegurar que México nunca será autosuficiente y tener una independencia energética real.
Para lograrlo, esto no dependerá de las dos empresas estatales, debido a que el peculio necesario para operar, invertir, y el mejorar sus procesos, no es el suficiente. Además de haber acotado la forma del cuánto y cómo, aportar en el mercado energético en un periodo de tiempo corto, y sin hacer un diagnóstico real al largo tiempo.
Según los últimos datos del balance de energÃa del paÃs, elaborado por la secretaria de energÃa; podemos determinar la dificultad que enfrentará el paÃs para poder lograr, dejar de depender de otros paÃses para poder cubrir la totalidad de energÃa necesaria para el crecimiento, y la realización de todas las actividades que el mercado y la sociedad requieren hacer en forma diaria.
¿Qué es el balance de energÃa?
Es el poder establecer la entrada de energÃa, entre lo producido dentro de la nación e importado, y cuánta de ellas tomamos para su transformación en energÃa secundaria, y cuánto de esta es aprovechada para su utilización.
En el balance 2023, y realizando una proyección de tendencia, podemos el determinar:
• La última década ha experimentado un aumento del 35 % en el consumo energético, lo que ha dado lugar a ser mayores independientes energéticos, al aumentar la importación de energÃa demanda por el paÃs, entre un rango del 25 a un 35 %
• La producción de energÃas primarias es autosuficiente, pero muchas de ellas no sirven para satisfacer la demanda total de energÃa, y que, principalmente, se fundamenta en combustibles fósiles. No obstante, no somos capaz de generar energÃas secundarias, y estas son las más relevantes, ya que brindan la energÃa necesaria para llevar a cabo todas las actividades de los diversos mercados, en conjunto con sus industrias, negocios y actividades necesarias que contribuyan al crecimiento del paÃs, y actividades de las personas.
• La importación de energÃa aumentó un 2 % en 2023, en comparación con el año anterior. Esto indica que no disponemos de suficiente energÃa para cubrir el total de la demanda. Los productos de mayor importación han sido, y serán, gas natural, gasolina, diésel, y gas licuado de petróleo, y todos ellos son combustibles fósiles o derivados del mismo. ¿Existe una transición energética en México efectiva?
• El total de energÃa primaria y secundaria utilizada para su transformación requiere entre 30 y un 35 % de esta para poder producir energÃa secundaria para la utilización de todas las actividades que son necesarias en la vida cotidiana del paÃs. Utilizamos una gran cantidad de energÃa para poder generar, debemos enfocarnos en actualizar, modernizar y optimizar la eficiencia energética de cada uno de los procesos que son necesarios, y en consecuencia requerimos inversiones públicas y/o privadas dentro o fuera de las empresas estatales.
• El total de las energÃas secundarias producidas, estas son utilizadas en un 49 % en el transporte, el 24 % en la parte industrial, 19 % residencial, comercial y público; y un 4 % en la parte agropecuaria. En todas las anteriores, las de mayor consumo son las de combustibles fósiles, y derivados de estos.
• En el ámbito del transporte, la fuente de energÃa más consumida procede de la gasolina, seguida del diésel y el gas licuado, y estas tres representan el 98 % del total. Estos tres combustibles son mayormente utilizados por motores de combustión entre automóviles, camiones y motocicletas, con un 90 % respecto al total de la energÃa consumida por el transporte. La parte de carros eléctricos solo representa el 0.23 %.
• El total energÃa utilizada, transformada y creada, el paÃs solo aprovecha entre el 75 a un 80 %, y desperdiciando la diferencia. Esta energÃa desaprovechada, algunas de ellas, generan gases de efecto invernadero.
• El paÃs ha aumentado un 60 % la importación de gasolina, tomando como referencia el 2013, y un 120 % respecto al diésel y gas licuado del petróleo. La presente afirmación confirma que en México se destacan las actividades relacionadas con la extracción y producción de energÃas primarias, sin embargo, se requiere la implementación de un sistema de transformación más amplio (refinerÃas, despuntadoras, plantas de gas, fraccionadoras y centrales eléctricas).
¿Creemos que México se encuentra en la situación de ser autosuficiente e independiente, energético, ante los cambios geopolÃticos, y sobre todo internos, a donde es necesario disponer del suficiente dinero para enfrentar el todo en energÃa?
Recordemos que entre mayor demanda y consumo, mayor será la importación. El problema principal de México radica en la carencia de procesos que transformen la energÃa primaria y secundaria. Además de la necesidad de invertir en una mayor cantidad de actualizaciones tecnológicas a todos los procesos públicos o privados, ante la gran necesidad de producir energÃas secundarias, y que en su mayorÃa son utilizadas para el transporte en motores de combustión interna.
No existe un plan de largo plazo que pueda reducir el uso de combustibles fósiles y sus derivados, debido a la falta de una estrategia real de largo plazo en relación con las polÃticas públicas. Esto provocará un mayor aumento de importación de energÃas primarias y secundarias provenientes de otros paÃses. Asumiremos un mayor riesgo ambiental, lo cual generará una mayor inversión a largo plazo para poder tener una mejor calidad del aire.
México es un paÃs ingenuo o carece de sentido común debido a la falta de unificación de criterios reales sobre cómo transitar a energÃas menos contaminantes, infinitas y de bajo costo que reduzcan los gases de efecto invernadero, y de esta forma pueda existir una calidad de aire para los seres vivos en este paÃs.
El balance de energÃa es un indicativo de lo malo o bueno, cómo aprovechamos la energÃa para poder realizar todas las actividades del paÃs, pero en la realidad del futuro, en el presente, este indica que no sabemos, y no tenemos un plan definitivo del cómo.Â
Dejar a empresas estatales el cargo del todo, respecto a la energÃa, puede ser un riesgo mal calculado. Debido a que no tienen o crean sus propias tecnologÃas, y a lo cual depende del dinero presupuestal que es asignado a estas, para el poder contratar a empresas que puedan ayudar a mejorar, operar, mantener, y actualizar a todos sus procesos. A las empresas que ganan, o asignan un contrato con PEMEX o CFE, quedan en muchos casos, inmersas en el limbo; ante la falta de recursos para pagarles, y esto podrÃa ocasionar que cada peso presupuestado, no rinda ante los incrementos de los costos operativos y financieros, qué estas deben a sumir ante los condicionantes actuales en cómo son integradas en la cadena productiva de las empresas estatales.
El balance indica que, a mayor demanda, mayor debe ser la inversión ante un mercado demandante, y el cual necesita de la energÃa, bien utilizada, para crecer, y el tener un producto interno bruto en crecimiento.
Un paÃs sin energÃa tendrá un fracaso en el futuro. El cual dependerá de su adaptación a la misma, ante la falta de dineros provenientes de la inversión pública. Y cuya independencia, no dependerá de su soberanÃa energética; sino la forma de ser autosuficiente para el poder transformar la misma con un mayor rendimiento, eficiencia, y mayor producción de energÃa secundaria, y la cual deberá disminuir con relación a los combustibles fósiles, y derivados; para el poder ser parte de la nueva diplomacia ambientalista mundial en el mediano a largo plazo, ligado a tener una mejor calidad de aire.
El balance energético, finalmente, indica que México está muy lejos de ser soberano, independiente y, por ende, autosuficiente energético.
