Los delitos que la DEA le imputaba a “El Perris”, de Los Chapitos abatido en Navolato y por los cuales ofrecía 1 mdd por su captura

La agencia antidrogas estadounidense daba una recompensa multimillonaria para quien brindara información por el sucesor de “El Nini” dentro de la facción del Cártel de Sinaloa

Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El 27” o “La Perris”, identificado como uno de los jefes de seguridad más cercanos a la cúpula de Los Chapitos y de los hermanos Guzmán Salazar, fue abatido la tarde del jueves 23 de mayo por Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano durante un operativo en el municipio de Navolato, Sinaloa.

La acción fue parte de una estrategia federal previamente planificada, desarrollada en coordinación con el Grupo Interinstitucional de Seguridad y, según se ha informado, representa un golpe significativo a la estructura operativa del Cártel de Sinaloa en el noroeste del país.

Conocido por su cercanía con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, “El Perris” se consolidó como figura clave dentro de la estructura de Los Chapitos tras la captura de Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, en noviembre de 2023. Antes de ello, fungía como su jefe de escoltas y más tarde asumió responsabilidades mayores en la logística de seguridad del grupo.

De acuerdo con documentos judiciales y reportes de la agencia para la Administración y Control de Drogas (DEA en inglés), este líder criminal enfrentaba los siguientes cargos frente a la justicia estadounidense:

Conspiración de importación de fentanilo.
Conspiración de tráfico de fentanilo.
Posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.
Conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos.
Conspiración de lavado de dinero.

Estas acusaciones lo posicionaban como un eslabón estratégico dentro del esquema internacional de narcotráfico liderado por Los Chapitos, por otro lado. el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, ofrecía una recompensa de hasta un millón de dólares por información que condujera a su captura. La inclusión de su nombre en el Narcotics Rewards Program reflejaba su alta peligrosidad y nivel de influencia dentro del cártel.