Tabasqueños se rebelan contra gobernador Javier May y contra el INAH; rechazan construcción de museo en terrenos del Parque La Venta

9 Jun. 2025 2:08 pm
VILLAHERMOSA | Un fin de semana de concentraciones y marchas ciudadanas, así como de un fuerte activismo en redes sociales, fue el que vivieron los habitantes de Villahermosa que se encuentran levantados en contra de la propuesta del gobierno de destruir el parque museo La venta para construir un Museo Nacional de la Cultura Olmeca.
Todo comenzó la semana pasada cuando el gobierno estatal informó que el propio director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, presentó al gobernador Javier May y a su gabinete, el anteproyecto de la obra que pretende construirse a un costo aproximado de 1,200 millones de pesos.
Sin embargo, activista políticos y ciudadanos alertaron que con la obra se destruirá el legado museográfico de Carlos Pellicer, el poeta que trasladó de Huimanguillo a la capital tabasqueña, las piezas que se exhiben desde hace 1958 tal y como fueron encontradas, entre la selva.
De hecho, que las colosales cabezas olmecas, las estelas y otras figuras emblemáticas se encuentren custodiadas por gigantescas ceibas y palos mulatos, rodeadas de naturaleza selvática, es el principal atractivo del parque que recibe año con año a unos 450 mil visitantes, en su mayoría extranjeros que quedan maravillados por la belleza de las piezas.

“Esto es lo que defendemos los tabasqueños”, dijo la excandata Lorena Beaurregard en un post este domingo, al subir imágenes impactantes de la belleza que rodea a las piezas prehispánicas.
En entrevista, destacó que el movimiento No a la Destrucción de la Venta es una protesta ciudadana que el sábado 7 de junio marchó a las puertas del palacio de Gobierno en la capital del estado con su exigencia de que no se destruya La Venta.
“Desde el gobierno han querido decir que algunas voces que nos hemos expresado queremos politizar el asunto, pero la verdad es que, en mi caso, no me siento aludida porque quienes están en el gobierno y en los partidos de oposición, saben muy bien que mis posiciones siempre han sido ciudadanas y que incluso he pagado el costo de estar de lado de la gente antes que de mi partido”, dijo.
Sobre el proyecto, dijo que no se necesita. “Es una obra que no es prioritaria, porque ya existe un museo nacional e internacional en La Venta, lo que le interesa a la gente de la 4T es construir grandes obras para hincarle el diente al presupuesto”, resaltó.
También expuso que la participación de la gente, de muchos jóvenes y de amas de casa “me anima mucho, porque quienes como yo hemos estado alertando y denunciando la ineptitud y la corrupción de este gobierno, a ratos parece que clamamos en el desierto. La gente se vuelve muy conformista, no participa y ahora, parece que las cosas están cambiando”, expuso.
Dijo también que tiene la esperanza de que “esta energía cívica que vemos en la defensa de La Venta” se pueda trasladar a la exposición y a la exigencia de soluciones de otros problemas graves que tiene el estado, como la inseguridad, como la falta de medicinas en los hospitales, como el desempleo y los apagones de luz.
“Qué bueno que la gente se organice y se participe, qué bueno que la gente haga conciencia, porque así no nos sentimos solos y así estaremos seguros que la gente estará receptiva a los mensajes que como en el pasado se hicieron alertando de la ineptitud y la corrupción de quienes hoy nos gobiernan”, finalizó.

Del MUSEVI al MUNO
Cabe señalar que en la semana en que detonó este conflicto social, se dio a conocer que el despacho de arquitectos al que el INAH solicitó diseñar el Museo Nacional Olmeca a orillas de la Laguna de las Ilusiones en terrenos del parque La Venta, es el del afamado arquitecto Enrique Norten.
Norten es un viejo conocido de los tabasqueños por diseñar lo que se presentó como el “Museo Elevado de Villahermosa” (MUSEVI), que en realidad es un paso a desnivel sobre la avenida Paseo Tabasco, que en su momento se acusó no sólo de ser una obra innecesaria sino sobre todo, de afectar el medio ambiente de la laguna.
Para Beaurregard de los Santos, el MUSEVI es un ejemplo de lo mal que terminan las cosas cuando los ciudadanos permiten obras de ocurrencia. Se gastaron entre 50 y 70 millones de pesos en esa mole de fierro que se pudre al sol, aparte de otros 25 millones en un sistema de fuentes danzarinas que sólo funcionarios unos cuantos meses, expuso.
Pese a que dicha obra es avalada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los inconformes acusan que dañará el medio ambiente y las piezas arqueológicas, entre las que se encuentra la Cabeza Olmeca, emblemática de la cultura olmeca-maya en esta zona del sureste.
Quienes protestan señalan que para hacer la edificación se derribarán árboles y se dañará la flora y la fauna que distingue a ese centro cultural ubicado a un lado del Parque Tomás Garrido Canabal, en la periferia de la capital.
Funcionarios de Tabasco, como el secretario de la gubernatura, Fernando Velázquez; la directora de Cultura, Aída Castillo; y el secretario de Obras Pública, Daniel Casasús, han explicado en comunicados y entrevistas en redes sociales, que los estudios de impacto ambiental los realizan especialistas en esos temas y también participa un grupo de arquitectos y técnicos del INAH, por lo que aseguran que no se dañará el medio ambiente ni el patrimonio cultural.

A no destruir el legado de Pellicer, ni la naturaleza, llama Diócesis por el Museo Nacional Olmeca
La Diócesis de Tabasco pidió al Gobierno que se escuche a historiadores para realizar la proyección de la obra del Museo Nacional Olmeca en la entidad.
Apuntó que es importante consultar y atender los distintos puntos de vista antes de hacer modificaciones a la obra del poeta Carlos Pellicer Cámara.
“Yo pienso que sí tiene que haber una evaluación y una escucha de los distintos actores y representantes, que se les pregunte a los historiadores cuánto va a afectar la historia en este museo, de quién fue diseñado y por quién fue elaborado. Pienso que sí necesita mantenimiento, que se haga más presentable y se cuide.
‘Me decían también que el monumento de la cabeza Olmeca está a la intemperie, que se ponga un cristal como en muchos museos para que se conserve. Que se pregunte a los historiadores cuánto puede repercutir y que no perdamos la memoria, que se puede destruir algo que tiene un valor fundamental para el tabasqueño y una identidad también con todo lo que hay ahí y como está’, expuso.
Agregó que también se debe escuchar a los profesionales de la construcción y garantizar que no se va afectar a la ecología.
“Que se pregunte a los arquitectos. ¿Cuánto afecta esta obra? Que sin duda parte se va a destruir. No es destruir un legado que se dejó de alguien muy estimado, aquí en en Tabasco, según entiendo. Yo llegué hace poco, pero he escuchado ese valor que tiene Carlos Pellicer, en sus obras y que es un monumento de talla internacional y de reconocimiento de la UNESCO.
“Que se cuestione y se pregunte no solo historiadores y arquitectos, sino también a miembros de la sociedad. Hasta dónde, se va a afectar la naturaleza. No destruyamos más. Estamos en una crisis de calentamiento global porque destruimos la naturaleza”, dijo
