Sinaloa: Recuento de la guerra que inició en septiembre

8 Sep. 2025 9:29 pm
Aniversario. Miles de muertos, de vehículos despojados, de levantados y desaparecidos; decenas de policías asesinados, miles de detenidos, entre ellos mujeres y jóvenes menores de edad. Y en medio del conflicto, una sociedad inerme
CULIACÁN | La mañana del 9 de septiembre de 2024, una serie de hechos violentos anunciaban un aparente nuevo culiacanazo que paralizaría la ciudad durante el día como ocurrió en octubre de 2019 y en enero de 2023 pero, en realidad, fue el inicio de una guerra que aún no termina.
Ese día, pocos minutos después de las 9:00 horas, durante su conferencia semanera, el gobernador Rubén Rocha Moya dijo que se trató de un “problemita” que ya estaba controlado.
“El reporte que me está dando el general (Gerardo) Mérida es que estamos en Culiacán tranquilos, tuvimos un problema, un problemita, en Costa Rica tranquilo también, ya está todo circulando, solo hay algunos heridos y hay algunos vehículos despojados, son 12 vehículos. No hay una situación tal que nos lleve a tomar medidas drásticas ni de cierre de negocios ni de escuelas, estamos tranquilos; ha habido eventos muy temprano y luego salieron de la ciudad estuvieron fuera, pero esos eventos ya fueron debidamente controlados”, dijo.
Un año después, el pleito que empezó ese día ha dejado, según fuentes oficiales, 2 mil 065 personas asesinadas, 6 mil 415 vehículos robados, el levantón de mil 522 personas de las cuales mil 086 siguen desaparecidas, la vida nocturna paralizada y eventos masivos cancelados.
Durante la pugna entre Chapos y Mayos los hechos violentos se han cometido lo mismo en la vía pública que en hospitales, afuera de escuelas o en el penal de Aguaruto.
Una guerra aún sin fin
El pleito entre facciones inició con enfrentamientos en la colonia La Campiña donde murió un militar. Ese día las ráfagas de metralletas despertaron a los vecinos, mientras en los grupos de WhatsApp se compartieron imágenes de vehículos quemados, tiroteados, atravesados en carreteras de la ciudad, al sur y al norte.
Ese primer día un enfrentamiento dejó a un hombre muerto en la Internacional México 15, y otro en Costa Rica, donde dos comandos se enfrentaron a tiros. La escena parecía de guerra, a lo largo de la carretera de acceso a la sindicatura, quedaron abandonados 15 vehículos, algunos con cientos de agujeros en la carrocería. Habitantes relataron que al escuchar los disparos algunas personas se escondieron en el monte, rezando porque no les tocara una bala perdida.
En las siguientes semanas, y principalmente en las sindicaturas de la zona sur del municipio, y después se extendieron a Elota y Cosalá; y luego a la zona serrana de Concordia y Rosario.
Viajar de Culiacán a Mazatlán y viceversa se convirtió de alto riesgo. Los bloqueos en casetas y los enfrentamientos entre las dos facciones fueron escalando. En un recorrido realizado por la autopista hacia el puerto, se encontró con tráileres atravesados, algunos incendiados, vehículos tiroteados.
La ola de violencia se volvió en el día a día, paralizando la vida nocturna, y el 15 de septiembre el gobierno de Rubén Rocha canceló el primer evento masivo: la celebración popular del Grito de Independencia.
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Esa noche, el gobernador Rocha Moya salió al balcón acompañado de su gabinete y dio el Grito de Independencia ante una explanada vacía. Antes, algunos músicos de banda se reunieron en el lugar y tocaron algunas canciones. Después, esta escena se repitió en un gran número de cruceros de la ciudad. La falta de trabajo los llevó a tocar en camellones a cambio de algunas monedas.
En noviembre, el gobierno estatal se mantenía firme en la intención de realizar la Feria Ganadera 2024, pero después de que tirotearon e incendiaron la taquilla del lugar y dejaron un mensaje con amenazas, el evento fue cancelado días antes de la inauguración.
La violencia alcanzó a Mazatlán, y durante el carnaval 2025, los artistas Jorge Medina y Josi Cuen cancelaron sus presentaciones, después de que Grupo Firme, quien se presentaría durante la coronación de la reina, fue amenazado de muerte, a través de mantas colocadas en Tijuana, si se presentaba en el puerto.
Gael, Alexander, Leidy, Alexa… víctimas inocentes
La lucha intestina por el control de los territorios, en el último año ha alcanzado al menos a 22 víctimas inocentes y nueve fallecidas, ajenas al conflicto, entre ellos niños y jóvenes.
Uno de los primeros casos fue el de Juan Carlos, de 34 años, quien murió el 21 de septiembre en medio de un extraño enfrentamiento en los departamentos Clamont, cuando intentaba rescatar a su esposa y a su hija. Un video mostró a policías en la escena disparando en un segundo piso. Hasta el momento las circunstancias de la muerte de Juan Carlos, no son claras.
Entre las víctimas inocentes de la crisis de violencia, también hay niños y niñas. El 17 de enero de este año, murieron los hermanos Gael, de 12 años; y Alexander, de 9; y su padre Antonio, al ser atacados a balazos cuando circulaban en un vehículo por el Malecón Nuevo.
El asesinato de los menores causó indignación y el 23 de enero hubo una manifestación para exigir la renuncia del gobernador Rocha Moya, en la que los manifestantes irrumpieron en el Palacio de Gobierno y quebraron puertas y cristales; y el domingo 26 de enero cientos de ciudadanos salieron a manifestase para reiterar la exigencia de la renuncia del mandatario estatal.
Otras víctimas ajenas al conflicto, fueron Leidy, de 11 años; y Alexa, de 7, quienes murieron el 6 de mayo, en Badiraguato, presuntamente en medio de un tiroteo. Familiares denunciaron que elementos del Ejército dispararon directamente al vehículo en el que viajaban, en una supuesta confusión.
Asesinatos múltiples y sangrientos
Con la pugna los asesinatos se dispararon, principalmente en Culiacán. Cuerpos desmembrados con mensajes de advertencia hacia uno y otro bando, acompañados de sombreros o cajas de pizza fueron abandonados en calles, vialidades, caminos vecinales, dentro de vehículos o fueron colgados en puentes.
El día más violento desde septiembre del año pasado fue el 30 de junio cuando se registraron 30 asesinatos, 20 de los cadáveres fueron dejados sobre la carretera Internacional México 15. Cuatro cuerpos decapitados se encontraron colgados del puente que conduce al seminario de Culiacán, y otros 16 dentro de una camioneta.
El 21 de septiembre fue abandonada una camioneta con un mensaje escrito en uno de sus costados, donde se leía “Bienvenidos a Culiacán”. Al abrir la puerta trasera se encontró los cadáveres de seis hombres apilados uno sobre otro. Algunos habían sido “levantados” días antes. El olor a muerte inundó el lugar, señalaron testigos.
El 4 de octubre, otros cinco cuerpos fueron dejados en la zona comprendida entre el mercado de Abastos y el Splash Club; el 13 de noviembre siete más fueron localizados en el kilómetro 115 de la carretera Culiacán-Mazatlán; el 26 del mismo mes, cinco hombres asesinados se localizaron frente a la Facultad de Agronomía de la UAS.
Ráfagas en los hospitales
Los hospitales, centros de rehabilitación y el penal de Aguaruto también se volvieron campos de batalla.
En diciembre de 2024 en cinco centros de rehabilitación de Mazatlán hombres armados se llevaron a 31 internos presuntamente reclutados; y el día 19, en el mismo municipio tirotearon y quemaron un centro de rehabilitación con un saldo de un muerto y 18 heridos.
En Culiacán, la madrugada del 7 de abril atacaron un centro de rehabilitación y el saldo fue de nueve muertos y cuatro heridos; y un día después, el propietario fue privado de la libertad y asesinado.
En el pleito, los sicarios se han metido hasta los hospitales a matar a heridos en enfrentamientos, siendo el ataque más letal el ocurrido el 29 de agosto, cuando un grupo armado disparó contra las personas que se encontraban afuera del Hospital Civil, asesinando a cuatro y dejando a tres heridas. Familiares de dos de las víctimas señalaron que no tenían nada que ver con la guerra, y solo se encontraban ahí porque tenían familiares internados.
Antes, el 10 de octubre asesinaron a un hombre en el Hospital General, el 25 de febrero a otro en la clínica Médica de la Ciudad; y el 30 de mayo a uno más en la misma clínica y el 30 de agosto remataron a un paciente en la clínica Culiacán y a otro en el nuevo hospital General.
Enfrentamientos en el penal
La guerra que se ha librado en las calles, también se trasladó al penal de Aguaruto, donde las facciones del cártel están pelando el control, por lo que desde enero de este año han realizado esculques en los que aseguran arsenales, drogas, celulares, antenas de internet satelital y otros objetos prohibidos, pero las riñas en las que usan armas de fuego no cesan.
El 21 de mayo se registró una intensa balacera que duró varios minutos y movilizó a cientos de elementos de todas las corporaciones, y el saldo, según las autoridades, fue de un lesionado por esquirlas.
Después de ese enfrentamiento reforzaron la seguridad en el penal, se hicieron cambios en la dirección, hasta designando a militares, pero los balazos siguieron y el 14 de junio hubo un pleito en el que dispararon sin que hubiera lesionados, el 26 de junio en otro tiroteo un reo murió y tres resultaron heridos y un día después se volvieron a enfrentar y murieron tres internos.
Drones, explosiones y terror desde el aire
En la pugna, los grupos delincuenciales empezaron a usar drones y explosivos, de los cuales hasta antes de septiembre del año pasado no se tenía registro.
En octubre, un hombre murió cuando explotaron costales que obstruían el paso en la carretera Eldorado-Las Arenitas; y en noviembre, en Las Arenitas, durante varios días lanzaron explosivos desde drones en los manglares; y en la sierra del municipio de Rosario durante los días 29 y 30 lanzaron explosivos desde una aeronave.
En diciembre, se registró la explosión de una camioneta en la Limita de Itaje que cimbró viviendas de colonias aleñadas y según las autoridades desde un dron le lanzaron un explosivo al vehículo; y el 3 de abril de este año, en la misma zona, elementos del Ejército fueron atacados con un explosivo lanzado desde un dron y dos militares resultaron heridos.
El 23 de enero también se usó un explosivo para destruir el cenotafio de Édgar Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán y hermano de Ovidio, asesinado en mayo de 2008.
Los policías también son víctimas
Las corporaciones policiales locales han sido blanco de ataques, hasta el cierre de edición 47 elementos habían sido asesinados.
En Mazatlán, en noviembre fueron asesinados el ex secretario de Seguridad Pública Municipal, Simón Malpica y el ex secretario, Juan Ramón Alfaro.
Y ese mismo mes, pero el día 22, en Culiacán, fue ejecutado dentro de un restaurante el ex subdirector de la Policía Municipal, Benjamín Villarreal. Un hombre y una mujer que se encontraban en el sitio también murieron.
En diciembre, el día 6 un convoy de elementos de la Policía Estatal Preventiva fue atacado a la altura del aeropuerto de Culiacán. Un agente murió y cuatro resultaron heridos; y el día 18, asesinaron a un policía de investigación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en el fraccionamiento Villas del Río. Ese día Omar García Harfuch, se encontraba en la ciudad.
El 28 de febrero de este año, tres elementos de la policía de Culiacán fueron “levantados” y el 2 de marzo sus cuerpos sin vida fueron encontrados en la sindicatura de Costa Rica.
Los policías municipales no solo han estado en la mira de los delincuentes, también de otras corporaciones.
En septiembre, desde el día 25 y hasta el 28 de octubre, los agentes de la policía municipal de Culiacán fueron inmovilizados por el Ejército y sacados de las calles, con el argumento de una revisión de la licencia colectiva de armas y la aplicación de exámenes de control de confianza.
El 5 de junio de este año, seis agentes de la policía de Culiacán fueron detenidos afuera de la clínica Médica de la Ciudad cuando presuntamente impidieron a elementos de la Policía Estatal entrar a la clínica, por lo que hubo una confrontación.
Golpes a los mandos principales
Durante los operativos implementados para contener el pleito entre las facciones, fuerzas federales han detenido a operadores y jefes de sicarios del cártel.
Una de esas detenciones, fue la de Edwin Antonio Rubio López, alías el Max o el Oso, el 21 de octubre en el ejido Plan de Oriente, en un supuesto enfrentamiento en el que murieron 19 sicarios.
El 20 de septiembre, capturaron a Fernando Pérez, el Piyi, en el fraccionamiento Santa Fe; el 14 de noviembre en Las Quintas, a Omar, alías el Pelón; y dos días después, en Badiraguato, a Hernán, el Mero Mero, tío de Ovidio y Joaquín Guzmán López.
El 18 de enero detuvieron al yerno de Ismael el Mayo Zambada, Juan Carlos Félix, el Chavo Félix, en Quilá; el 19 de febrero, en Las Quintas, capturaron a José Ángel Canobbio, el Güerito; y un día después, a Kevin Alonso Gil, el 200, en Culiacancito.
El 23 de mayo, tras varios operativos fallidos para capturarlo, elementos del Ejército abatieron a René Humberto Figueroa Benítez, la Perris, en un enfrentamiento en Navolato.
Artículo publicado el 7 de septiembre de 2025 en la edición 1180 del semanario Ríodoce.