Discurso ‘incel’ en internet prende las alarmas en México

12 Oct. 2025 4:04 pm
CDMX | El asesinato de un estudiante del CCH Sur a manos de un compañero encendió las alarmas sobre la expansión en México de comunidades incel, grupos de hombres que se autodenominan “célibes involuntarios” y que, en los espacios digitales, difunden discursos de odio y venganza contra las mujeres.
El 22 de septiembre de 2025, en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, Jesús Israel Hernández Chávez, de 16 años, fue asesinado por Lex Ashton, de 19, con un arma blanca. El ataque también dejó herido a un trabajador. En redes sociales, el agresor compartía mensajes de resentimiento, además de fotografías de cuchillos, gas pimienta y una guadaña.
Tan sólo dos semanas después, Brandon “N”, estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), fue detenido tras difundir amenazas de muerte contra sus compañeras y alertar sobre un supuesto ataque. En su cuenta de Instagram se identificaba como un incel.
Un año antes, el 7 de marzo de 2024, Gabriel Alejandro Galaviz, de 20 años, asesinó a Mónica Abigaíl, de 26 años, en un motel de Guadalajara, y horas después a Blanca Lilia y Ana Gabriela, de 37 y 32 años, en el campus de la Universidad Tecnológica de Guadalajara. En sus redes sociales había publicado fotos con armas blancas y referencias a una masacre estudiantil ocurrida en Brasil en 2019, cuando Luiz Henrique, de 25 años, y Guillherme Taucci, de 17, asesinaron a ocho personas en Sao Paulo. Taucci solía frecuentar foros incel en internet.
El sicólogo Mario Fausto Gómez Lamont describe estos espacios digitales como “un lugar donde proliferan discursos misóginos, de odio hacia las mujeres y hacia hombres percibidos como competidores o sexualmente activos”. Explica que el término “célibes involuntarios” fue acuñado en 1997 por Alana, joven canadiense que buscaba crear una comunidad de apoyo, pero los foros se transformaron en un espacio de violencia y victimización masculina. Tras el ataque en el CCH Sur, varios planteles de la UNAM enfrentaron paros y desalojos por amenazas de bomba y mensajes anónimos que advertían de ataques similares.
LA PASTILLA ROJA Y LA PASTILLA NEGRA
El Universal accedió a foros y grupos en redes sociales donde interactúan incels de habla hispana. En ellos se consolidó una jerga propia basada en tres conceptos: redpill, bluepill y blackpill.
La redpill alude a una supuesta “toma de conciencia” de que las mujeres controlan las posibilidades de entablar relaciones sexoafectivas y son la raíz de múltiples problemas. La bluepill se usa de forma despectiva para etiquetar a personas que no comparten esa visión. La blackpill, la más radical, plantea que el éxito romántico depende sólo de factores genéticos, por lo que ciertos hombres estarían condenados al fracaso.
En estos espacios, los incel construyen una identidad colectiva. Los hombres atractivos son llamados chads, mientras que las mujeres son denominadas foids (abreviatura de femoids), término que las deshumaniza.
Entre sus mensajes abundan expresiones como “nunca me acerqué a una mujer, entendí que soy un fracaso genético” o “las foidcitas siempre me han mirado con rechazo”. También aparecen llamados a la violencia: “estoy a punto de cometer un Lex Ashton”, “tenemos ubicadas a varias foids para hacer una retribución”.
El término “retribución” se usa como sinónimo de venganza que se traduce en violencia física y ataques, mientras que rapemaxxing alude directamente a la violación sexual.
“Estos discursos no sólo reproducen una lógica de dominación, sino que se articulan en torno al resentimiento y el odio”, explica Aimée Vega, investigadora de la UNAM e integrante del Laboratorio Feminista de Derechos Digitales. Para ella, el fenómeno “no surgió en internet, pero fue amplificado por él”. Según Vega, “estas generaciones se están formando en una cultura de misoginia que tiene alta tolerancia social”. “Que un joven cometa un acto de estas dimensiones es resultado de un entorno que le dice que es posible atentar contra la vida de una mujer sin consecuencias”.
ADVIERTEN VACÍOS EDUCATIVOS
Para Fausto Lamont, las amenazas en planteles de la UNAM podrían estar relacionadas con grupos incel. De ser así, buscarían “dejar la idea de que no son frágiles. En redes sociales se polariza, buscan humillarlos y entonces ellos reaccionan con mayor violencia”.
El psicólogo apunta que la raíz de estos comportamientos suele encontrarse en un entorno familiar violento: “Ahí se crea una identidad masculina recalcitrante y rígida, basada en ideas misóginas que de alguna manera van construyendo una identidad en la cual pedir ayuda no es posible”.
Esa estructura emocional, dice, produce timidez extrema, ansiedad social, baja autoestima y una incapacidad para identificar o comunicar emociones. “Con base a esto, los incel se crean imágenes distorsionadas de sí mismos”.
El sociólogo Jorge Jiménez señala en que hay un vacío educativo que alimenta estas comunidades. “La no educación en temas de sexo, afectividad y género puede provocar que los jóvenes acudan a comunidades como los incel”, subraya.
REPENSAR LA MASCULINIDAD
Los especialistas coinciden en que atender este fenómeno requiere mirar más allá del delito o la violencia extrema. Implica revisar cómo se educa emocionalmente a los hombres y cómo la sociedad valida las desigualdades de género.
“Es necesario hacernos responsables de lo que nos corresponde y observar los elementos desiguales que atienden a cada género y en qué momento han posicionado a uno por encima del otro”, subraya Vega.
Jiménez llama a cuestionar el papel de los adultos: “¿Qué estamos haciendo con los cuidados de los chicos, qué atención les estamos poniendo, qué apertura tenemos? ¿Nos burlamos de las complejidades que viven los adolescentes o creamos un espacio de reconocimiento?”.
GLOSARIO INCEL
En foros y grupos en redes los incels utilizan conceptos específicos para expresar sus ideas:
- Redpill. Supuesta “toma de conciencia” de que las mujeres tienen control sobre los hombres respecto a entablar relaciones sexoafectivas y son la raíz de múltiples problemas.
- Blackpill. Visión radical de los incels donde el éxito en las relaciones se atribuye a la genética.
- Retribución. Venganza contra las mujeres y otras personas que se traduce en violencia física y ataques.
- Chad. Hombre atractivo y con éxito en el cortejo de mujeres.
- Foid. Abreviación de Femoid, término que deshumaniza a las mujeres.
El Universal