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TULUM | La autorización de la licencia de construcción del hotel The Art Off Living, por parte de autoridades municipales en una zona de invasión y sobre cenotes, es una muestra de la corrupción que mantiene Lorenzo Bernabé Miranda, director general de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable del Municipio de Tulum y protegida por el alcalde Diego Castañón Trejo.

En redes sociales se denunció con evidencia fotográfica una construcción en la zona de invasión 2 de Octubre sobre la calle Alfa y la avenida Juan Ek, que resultó se un complejo departamental, un hotel boutique denominado The Art Off Living

En las imágenes se puede observar como han perforado este cenote por la construcción de este mole de cemento y monumento a la impunidad, los reporteros que hoy realizaron un recorrido observan un pilote que atravesó el sistema de cuevas que están debajo de Tulum por la construcción“, se lee en el portal Noti Tulum.

En la publicación de reporteros independientes se asegura que la construcción del hotel The Art Off Living, “El Arte de Vivir”, se eleva sobre una zona de invasión que se perpetró el 2 de Octubre 2015, una región que actualmente no cuenta con infraestructura urbana y sin redes de drenaje sanitario tampoco instalaciones de drenaje pluvial.

A través de un video aseguran que “la construcción del hotel The Art Off Living se ha convertido en uno de los casos más graves de destrucción ambiental en Tulum. La obra no solo avanza sobre predios invadidos, sino que acuchilla directamente el sistema de cuevas y cenotes que sostiene el equilibrio hídrico del municipio”.

“Lo que debería ser un ecosistema protegido está siendo perforado con pilotes, cubierto con cemento y contaminado con aguas negras vertidas al subsuelo, un crimen ambiental a plena vista que las autoridades de los tres niveles han preferido ignorar. Un ecocidio evidente… y permitido desde el poder”, signan los reporteros locales quienes ingresaron a una de las cavernas ubicadas justo debajo de la zona de construcción y documentaron daños severos: un pilote atraviesa la cueva, la bóveda presenta fracturas y el agua muestra residuos, basura y descargas fecales.

Las imágenes registradas muestran cómo la mole de concreto del hotel perforó un cenote completo. En la prolongación de la calle Alfa —conectada con la avenida Juan Ek— se observa cemento derramado, óxidos, basura y filtraciones de aguas negras dentro de una caverna subacuática interconectada con los ríos subterráneos que alimentan pozos de agua potable y desembocan en el mar Caribe.
El daño ya está extendiéndose.

Los expertos advierten que alcanzará cuerpos de agua, pozos comunitarios e incluso la zona costera. Los ambientalistas callan; las autoridades también: ientras la destrucción avanza, el Ayuntamiento de Tulum se mantiene en absoluto silencio. Las áreas de ecología, desarrollo urbano y protección civil han preferido no intervenir. La Fiscalía tampoco ha iniciado acciones contundentes por delitos ambientales. Incluso colectivos ambientales que antes denunciaban cualquier irregularidad hoy guardan silencio.En Tulum la impunidad no se esconde: se hunde en el agua subterránea.

El hotel The Art Off Living no solo se eleva sobre una zona invadida; también se sostiene, literalmente, sobre cuevas perforadas, cenotes contaminados y la negligencia institucional. Es el ejemplo más claro de hasta dónde puede llegar la destrucción cuando la corrupción abre paso, dice Noti Tulum en su entrega digital.

Para que esta construcción se llevara a cabo, tuvo que pasar por las manos de Lorenzo Bernabé Miranda Miranda quien es acusado de otorgar licencias de construcción irregulares y en zonas de impacto de ambiental severo como los complejos residenciales de Bahía Solimán.

En julio pasado, durante una conferencia de prensa convocada por el presidente Diego Castañón, donde varios funcionarios informaron sobre los proyectos y programas que tienen en esta administración, el Director General de Desarrollo Territorial, Urbano Sustentable e Imagen Urbana, Lorenzo Bernabé Miranda Miranda dijo desconocer el dato del total de los desarrollos urbanísticos que hay en el municipio.

Lorenzo Miranda y Diego Castañón, par de corruptos y ecocidas de Tulum

“El dato no lo tengo, pero te lo puedo conseguir”, respondió el funcionario a pregunta de uno de los reporteros asistentes a la conferencia; sin embargo, Lorenzo Miranda ha estado en el cargo desde hace cuatro años, quien ha otorgado permisos de construcción, de aprovechamiento de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), así como los permisos para colocar espectaculares.

Otra de las preguntas hechas a Lorenzo Miranda, tuvo que ver con la orden de un juez Quinto de Distrito con sede en Cancún, quien resolvió el juicio de amparo 952/2024 promovido por la organización civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) y que anuló la licencia de construcción del complejo inmobiliario “Maiim”, ubicado en Bahía Solimán, al tiempo que ordenó su demolición por no cumplir con los requisitos legales establecidos, como la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

La respuesta de Miranda Miranda fue evasiva, “para contestarte la pregunta, en los gobiernos de la Cuarta Transformación, se acabó la corrupción, se acabaron los privilegios, se acabó el compadrazgo; la instrucción de nuestro Presidente es dar todo de manera legal, así ha sido y así va a seguir; en el caso del Municipio, todo se ha dado conforme a la ley…”.

Y es que, fue la presidenta de la asociación civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), Antonella Vázquez, quien confirmó la sentencia para que el lugar regrese a como estaba, es decir, deberá ser demolido el edificio construido por la corrupción de Bernabé Miranda.

Sin embargo, el propio alcalde Diego Castañón ha sido el primero en tratar de encubrir al funcionario, ante las críticas y cuestionamientos de actos de presunta corrupción durante su gestión.

Lorenzo Miranda, además, se dice protegido por el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tulum, el primer regidor David Maneses “Fili” Tah Balam, pese a las exigencias de empresario y desarrolladores que han sido víctimas de las extorsiones y la venta de permisos apócrifos, para que Bernabé Miranda sea destituido de su cargo y llevado a juicio por fraude genérico.

La petición para que Miranda Miranda sea llevado a la justicia por actos probados de corrupción arreció con la sentencia del Juzgado Quinto Federal quien ordenó la restauración del sitio “a como se encontraba”, pues la bahía Solimán, de un ecosistema de anidación de tortugas.

La empresa defraudadora y protegida por Bernabé Miranda es Promotora de Incentivos México, quien desarrolló dos edificios sin tener ni un solo permiso para construir estafando a los inversores en su mayoría extranjeros, creyó que la protección del funcionario municipal estaría por encima de las leyes estatales y federales.

La construcción de esos 30 departamentos de lujo en total arbitrariedad e impunidad dejó en claro que muchos de los desarrolladores en Tulum, operan con el mismo esquema, inician construcciones sin permiso, Bernabé Miranda le otorga las facilidades a cambio de cifras millonarias o pagos en especie, e inclusive sirve como mediador con las autoridades federales en círculo de corrupción estatal que involucra a varios funcionarios, que hoy reclaman al director de Desarrollo tulumnense su proceder.

Los dos edificios que deben ser demolidos por orden judicial, no son suficientes para destituir del cargo a Bernabé Miranda, pues Fili Tah Balam lo protege, con el acuerdo que le permita seguir con las invasiones en Tulum, para tener impunidad de autoridades; sin embargo, superó todas las expectativas y valiéndose de su cargo en el Ayuntamiento, autorizó la instalación de un transformador en una zona irregular de las invasiones.

Los mismos empleados de la CFE en el Municipio, reconocieron que este acto es ilegal, porque la instalación del transformador no está autorizada y que es un delito federal el cuál puede ser sancionado con cárcel.

Como pudo observarse en la conferencia del Ayuntamiento, la actuación nerviosa de este funcionario hizo que el presidente municipal interviniera, para evitar que los medios de comunicación presentes lo siguieran interrogando.

A decir de los reporteros presentes, Lorenzo Miranda había evidenciado que el gobierno de la 4T incumplía con sus propios principios, de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”; con solo tomar el micrófono por cinco minutos, mintió y evadió al responder la pregunta por los permisos entregados a los predios de Bahías de Punta Solimán.


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