Inflación nacional encarece las tradiciones decembrinas: ANPEC
REPORTE MAYA
REDACCIÓN
CANCÚN | Agencia SIM| La temporada decembrina inició con aumentos generalizados en el costo de productos y servicios vinculados a las tradiciones más importantes del país. De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), presidida por Cuauhtémoc Rivera, este año las posadas resultan 15% más caras, mientras que la veneración a la Virgen de Guadalupe registra un encarecimiento del 17%.
La organización llamó a celebrar con moderación, administrar el gasto y evitar comprometer el presupuesto familiar en un mes que llega cargado de luces y convivencias, pero también de presiones económicas.
La peregrinación del 12 de diciembre continúa siendo una de las expresiones religiosas más profundas del país, pero este año su costo se ha elevado de forma notable. Tras un sondeo de mercado, ANPEC detectó que los traslados hacia iglesias y santuarios, incluidas las visitas a la Basílica, pasaron de rangos iniciales de poco más de cien pesos a cifras que pueden alcanzar los quinientos. Las flores se encuentran entre los 150 y los 600 pesos, mientras que las velas, antes accesibles, ahora se ubican entre 60 y 240 pesos.
Los artículos religiosos como rosarios, imágenes, agua bendita y dulces para ofrenda muestran variaciones similares, moviéndose entre los 60 y los 350 pesos, y las limosnas van desde los cien hasta los quinientos. A ello se suman los antojitos tradicionales, churros, elotes, algodón de azúcar o tostadas, que rondan los doscientos a trescientos pesos por consumo familiar.
En conjunto, la celebración puede ascender hasta $1,690 pesos, reflejando un encarecimiento acumulado de 17% respecto al año pasado.
Por su parte, las posadas, que del 16 al 24 de diciembre recuerdan el peregrinaje de José y María, también enfrentan un aumento considerable. Según ANPEC, una posada promedio puede elevarse hasta $10,000 pesos, impulsada por el costo de alimentos, bebidas y obsequios para la piñata.
En algunas comunidades aún se conservan letanías, procesiones y piñatas tradicionales repletas de fruta, colación y dulces; sin embargo, la presión económica ha llevado a muchas familias a dejar de ofrecer cenas completas, preservando únicamente el sentido original de reunir, compartir y abrir las puertas del hogar.
En contextos urbanos y laborales, la posada ha mutado hacia reuniones informales con enfoque convivencial. De acuerdo con ANPEC, nueve de cada diez posadas actuales se realizan en escuelas, oficinas o entre grupos de amigos, sin la estructura religiosa tradicional. El cambio no implica una pérdida de fe, sino una adaptación natural a la vida contemporánea, donde lo esencial, como fortalecer vínculos, convivir y mantener vivas las tradiciones, incluso en medio de la inflación, permanece.
La ANPEC reiteró su llamado a celebrar con responsabilidad, priorizar la convivencia sobre el gasto y evitar que el entusiasmo decembrino se convierta en una carga financiera para las familias mexicanas.
