Trump saca provecho del enfrentamiento por la migración en California

9 Jun. 2025 2:57 pm
La situación reúne todos los elementos que busca el presidente de EE. UU.: un enfrentamiento con un rival político importante en un estado muy demócrata en torno a un tema clave de su agenda política.
Por Tyler Pager
New York Times
WASHINGTON | Es la lucha que el presidente Donald Trump había estado esperando: un enfrentamiento con uno de sus principales rivales políticos en un estado profundamente demócrata sobre una cuestión fundamental para su programa político.
Al saltarse la autoridad del gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, para llamar a la Guardia Nacional con el fin de sofocar las protestas en la zona de Los Ángeles contra los esfuerzos de su gobierno para deportar a más migrantes, Trump está sobrepasando los límites de la autoridad presidencial y avivando las críticas que señalan que exacerba la situación para obtener beneficios políticos.
Las autoridades locales y estatales no habían pedido ayuda para hacer frente a las protestas dispersas que estallaron tras una redada de migración el viernes en el distrito textil. Pero Trump y sus principales ayudantes se inclinaron el domingo por la confrontación con los líderes de California, al presentar las manifestaciones como una amenaza existencial para el país, y poner en marcha una agresiva respuesta federal que, a su vez, desencadenó nuevas protestas en toda la ciudad.
Cuando más manifestantes salieron a las calles, el presidente escribió en las redes sociales que Los Ángeles estaba siendo “invadida y ocupada” por “turbas violentas e insurrectas”, y ordenó a tres de los principales funcionarios de su gabinete que tomaran las medidas necesarias para “liberar a Los Ángeles de la Invasión Migrante”.
“Nadie va a escupir a nuestros policías. Nadie va a escupir a nuestros militares”, dijo Trump a los periodistas mientras se dirigía a Camp David el domingo, aunque no estaba claro si se habían producido incidentes de ese tipo. “Si eso ocurre, reciben un golpe muy duro”.
El presidente declinó decir si pensaba invocar la Ley de Insurrección de 1807, que permite el uso de soldados federales en suelo nacional para sofocar una rebelión. Pero en cualquier caso, añadió, “vamos a tener soldados por todas partes”.
Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, publicó en las redes sociales que “esta es una lucha para salvar la civilización”.
La decisión de Trump de desplegar al menos 2000 miembros de la Guardia Nacional de California es el último ejemplo de su voluntad y, en ocasiones, de su afán por hacer añicos las normas para perseguir sus objetivos políticos y saltarse los límites del poder presidencial. El último presidente que envió a la Guardia Nacional a una operación nacional sin que lo solicitara el gobernador del estado, Lyndon B. Johnson, lo hizo en 1965, para proteger a los manifestantes por los derechos civiles en Alabama.

Sin embargo, los ayudantes y aliados del presidente afirman que los acontecimientos que se están produciendo en Los Ángeles constituyen una síntesis casi perfecta del motivo por el que Trump fue elegido en noviembre.
“No podría estar más claro”, dijo Newt Gingrich, expresidente republicano de la Cámara de Representantes y aliado de Trump, quien señaló que el mandatario se había enfocado en la aplicación de las leyes de migración desde 2015. “Un bando está por hacer cumplir la ley y proteger a los estadounidenses, y el otro por defender a los ilegales y estar del lado de quien infringe la ley”.
En los últimos días se han producido protestas esporádicas en todo el país mientras agentes federales llegaban a Los Ángeles y otras ciudades en busca de migrantes indocumentados en sus lugares de trabajo, como parte de un esfuerzo ampliado del gobierno para aumentar el número de deportaciones diarias.
En las redes sociales, Trump, sus ayudantes y aliados han intentado enmarcar las manifestaciones contra los funcionarios migratorios en sus propios términos. Han compartido imágenes y videos de los episodios más violentos —centrándose especialmente en ejemplos de manifestantes que arremetían contra los agentes federales— aunque muchos de ellos seguían siendo pacíficos. Las autoridades también se centraron en los manifestantes que ondeaban banderas de otros países, como México y El Salvador, como prueba de una invasión extranjera.
“Los delincuentes extranjeros ilegales y las turbas violentas llevan días provocando incendios, arrojando piedras contra vehículos y atacando a las fuerzas del orden federales”, escribió Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
Newsom, a quien el presidente se refiere como “Newscum” (“escoria nueva”, en inglés), ha sido durante mucho tiempo un enemigo para Trump, quien en repetidas ocasiones ha señalado a California y a su líder como emblema de los fracasos del Partido Demócrata.
“Esperábamos esto, nos preparamos para esto”, dijo Newsom en un comunicado a The New York Times. “Esto no es sorprendente: para que ellos triunfen, California debe fracasar, y por eso van a intentar todo lo que hay en su trillado libro de jugadas a pesar de las pruebas en su contra”.

El domingo, el gobernador envió una carta al secretario de Defensa, Pete Hegseth, en la que solicitaba formalmente que Trump rescindiera la convocatoria de la Guardia Nacional y afirmó que las acciones federales estaban exacerbando la situación. El lunes, Newsom dijo que California presentaría una demanda contra la orden del presidente de federalizar la Guardia Nacional del estado.
Otros funcionarios demócratas se hicieron eco de sus palabras, quienes dijeron que las crecientes manifestaciones eran el resultado de las propias acciones de Trump.
El presidente y sus ayudantes “son maestros de la información errónea y la desinformación”, dijo en una entrevista el senador demócrata por California Alex Padilla. “Crean una crisis de su propia cosecha y llegan con toda la teatralidad y crueldad de la aplicación de las leyes de inmigración. No debería sorprenderles que en una comunidad como Los Ángeles se encuentren con manifestantes muy apasionados por defender los derechos fundamentales y el debido proceso”.
Los republicanos defendieron las medidas de Trump al afirmar que este estaba ejerciendo legítimamente su poder para proteger la seguridad pública.
“El presidente está extremadamente preocupado por la seguridad de los funcionarios federales que se encuentran en Los Ángeles en estos momentos, quienes han sido objeto de actos de violencia, acoso y obstrucción”, dijo en una entrevista el representante Kevin Kiley, republicano por California.
Y añadió: “Nos encontramos en este momento debido a una serie de decisiones imprudentes de los líderes políticos de California, la ayuda y la instigación de las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden”.
Funcionarios de Trump dijeron el domingo que estaban dispuestos a intensificar aún más su respuesta, si fuera necesario. Tom Homan, el zar de la frontera del presidente, sugirióen una entrevista con NBC News que el gobierno detendría a quienquiera, incluidos funcionarios públicos, que interfiriera en las actividades de aplicación de las leyes de migración, que dijo que continuarían en California y en todo el país.

Trump parece estar desplegando contra California una estrategia similar a la que ha utilizado para castigar a universidades, bufetes de abogados y otras instituciones e individuos a los que considera adversarios políticos.
El mes pasado, amenazó con retirar “a gran escala” la financiación federal a California “tal vez de forma permanente” por la inclusión de atletas transgénero en los deportes femeninos. Y en los últimos días, su gobierno dijo que retiraría unos 4000 millones de dólares de fondos federales para el tren de alta velocidad de California, lo que retrasaría aún más un proyecto que lleva mucho tiempo plagado de retrasos y escasez de fondos.
“Todo lo que ha hecho para atacar a California o a cualquiera que tema que no lo apoya va a seguir siendo una obsesión suya”, dijo Padilla. “Puede que él piense que es inteligente para su base, pero en realidad ha sido malo para el país”.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que había otro denominador común que explicaba las acciones de Trump tanto contra instituciones como Harvard como contra las protestas relacionadas a la migración en Los Ángeles.
“Durante años, las ciudades e instituciones gobernadas por demócratas han fallado al pueblo estadounidense, tanto por elección como por incompetencia”, dijo en un comunicado Abigail Jackson, vocera de la Casa Blanca.
“En cada caso”, añadió, “el presidente tomó las medidas necesarias para proteger a los estadounidenses cuando los demócratas se negaron”.
Tyler Pager es corresponsal del Times en la Casa Blanca y reporta sobre el presidente Donald Trump y su gobierno.